Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de junio de 2025


Batíale el corazón a nuestro mancebo, y no sabía si paraíso de su ventura era aquel a cuya puerta se encontraba, o triste lugar donde del vuelo de sus amorosas ilusiones cayese en el negro abismo de un mortal desengaño; y como la blanca estera de palma, ricamente labrada y matizada con vivos y bien contrapuestos colores, le convidase a llegar sin ruido adonde ella estaba, llegose hasta tocarla casi, y viola, copiada por el espejo, con la mirada absorta, y triste y melancólica, y tan pensativa de amor, y de un tal amor y tan del alma, y tan encendido, que él no pudo dudar de que a efectos de la poco antes pasada música nacían aquellas imaginaciones amorosas que en los lucientes ojos de doña Guiomar tan al vivo se representaban, y pareciéndole a Miguel, o más bien sintiendo que no una criatura mortal y perecedera contemplaba, cuya beldad había de perderse en la edad o en la muerte, sino una divinidad inmortal, trasunto de todas las bellezas que el alma puede fingir en lo no conocido, aunque esperado, ardiósele el alma, desmayósele el cuerpo, y como quien adora arrodillose, y sin ser poderoso a otra cosa, convidándole la una mano de doña Guiomar, asiola como se dijo y besola, siendo este el principio de lo que ya se ha relatado, hasta el punto en que nuestro Miguel escribió la carta que Florela encontró en el aposento, donde no a reposar, sino a que soñase locuras por su venturoso amor, le había llevado.

Ramiro se la ofreció buenamente. El hombre, después de haber desenvainado como un palmo de hoja, observó atentamente el recazo: No en vano agregó me había guiñado esta joya. He aquí la marca de mi padre, Hortuño de Aguirre, ¡que Dios haya! Desnudándola entonces del todo, asiola de la punta con la otra mano, y, arqueándola como un junco, dejola escapar en seguida con viveza.

Asiola ligeramente, envolviéndola con su pañuelo. La encargó que viniera temprano a la mañana siguiente y la acompañó parte del camino dándole las buenas noches. La luna iluminaba brillantemente ante ellos el estrecho camino.

Olvidó su sospecha; olvidó el papel de doña Alvarez y el drama reciente; olvidó como un ebrio, como un insano, que llevaba las ropas de otro hombre; olvidó la máscara que ocultaba su rostro; y pareciole que, después de un sueño desesperante, se encontraba por fin con su amada, esposo y señor, sobre la torre de encantado castillo. Caminó hacia ella y asiola con dulzura.

A los pocos segundos la desdichada sangraba por todas partes, pero no exhalaba una queja. En cambio, Ángela gemía pidiendo compasión, sin atreverse a intervenir para defenderla. La vara se quebró al medio. Con los cachos aún estuvo aporreándola buen espacio. Cuando se cansó, asiola por los cabellos y la arrastró hasta el cuarto, donde la dejó exánime y ensangrentada.

El coronel hubiera entrado con ella, pero le detuvo con un gesto. Vuelva a buscarme dentro de dos horas y tendré hecho mi equipaje dijo tendiéndole la mano y con una semisonrisa en los labios. Asiola el coronel y estrechola efusivamente.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando