Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de mayo de 2025


Ese demonio de Cuadros te arrastra a la perdición.... No le defiendas, no intentes justificarte. Ahora te va muy bien para que pueda convencerte; pero al freír será el reír. Y el viejo le volvía la espalda, con la confianza de que los hechos vendrían en apoyo de sus pronósticos. Únicamente en su casa encontraba Juanito aplauso y consideración.

Bien diferente han sentido de los escritos de Miguel de Cervantes, así nuestra nación como las estrañas, pues como a milagro desean ver el autor de libros que con general aplauso, así por su decoro y decencia como por la suavidad y blandura de sus discursos, han recebido España, Francia, Italia, Alemania y Flandes.

Llegaban hasta allí los ruidos de la muchedumbre invisible. Eran exclamaciones de inquietud; un «¡ay! ¡aylanzado por miles de bocas, que hacía adivinar la fuga del banderillero acosado de cerca por el toro. Luego, un silencio absoluto. El hombre volvía hacia la fiera, y estallaba el ruidoso aplauso saludando un par de banderillas bien colocado.

Fuera de los méritos de este P. Urraburu, del que confieso ingenuamente que ni había oído hablar, poco ó nada hay que el autor anónimo celebre y estime en algo, en el movimiento intelectual de los jesuítas. Y la verdad es que ninguno de sus escritos ha alcanzado en España la popularidad y el aplauso que las obras de otros escritores pertenecientes al clero.

Sus saltos fueron acogidos con un murmullo de aplauso. Todos le admiraban, con esa cobardía colectiva de la multitud temerosa.

De aquí que el que imita lo moderno corre peligro de engañarse, deslumbrado por el aplauso vulgar y por el prestigio de la moda, y en vez de imitar exquisiteces y bellezas, imita estrafalarias novedades o insulsas tonterías.

Un rugido que equivalía á un aplauso, acogió sus primeros golpes. Los mineros aplaudieron con las manos, como si estuvieran en las corridas de toros de Bilbao. Protegían con su benevolencia á aquellos partidores de leña, como gente humilde que en nada podía interesarles. En las minas de Bilbao no se partían troncos: podía, pues, concederse algún mérito como leñadores á aquellos rústicos.

No es esto todo; los amigos de su hijo, confirmándose en la benevolencia del aplauso público, hombres y mujeres, aprovecharon este momento de calor para abrumar a solicitudes al ministro de Negocios Extranjeros. M. Pasquier, literato también al mismo tiempo, nombró inmediatamente al joven poeta secretario de la embajada de Nápoles.

Si un príncipe poderoso, si un banquero ó si varios capitalistas, ó si una compañía por acciones, fundase este teatro, yo doy por cierto que merecerían aplauso y gratitud de la patria y que no perderían su dinero, porque, si bien no hay mucho en España, la gente es espléndida, gusta de divertirse, y el teatro modelo, ó de lujo, ó como queramos llamarle, estaría lleno siempre.

Por eso mereciera mi aplauso las campañas realizadas en Mindanao por el hoy Teniente General Seriñá y por el General Weyler, y la emprendida actualmente por iniciativa del General Blanco.

Palabra del Dia

ciencuenta

Otros Mirando