Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 7 de julio de 2025


Principiada la misa y dicha la epístola, le calzó la espuela derecha su hermano el infante D. Pedro, y la izquierda su otro hermano D. Ramon: se llegó al altar el Rey, tomó la espada, y postrándose en tierra se puso en oracion pronunciando varias sobre él el arzobispo: besó el Rey la cruz de la espada, se la ciñó, y sacándola de la vaina la blandio tres veces: la envainó á seguida, y cantado el evangelio se ofreció á y á su espada á Dios.

Los vidrios emplomados de dos grandes rosetones abiertos en lo alto de las paredes de la gran nave central dejaban paso a una triste claridad que se extendía como blanco mantel delante del altar mayor.

9 No seáis sacados del camino por doctrinas diversas y extrañas, porque buena cosa es afirmar el corazón en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon a los que anduvieron en ellas. 10 Tenemos un altar, del cual no tienen facultad de comer los que sirven al Tabernáculo.

¡Atención...! ¡Marchen! dijo Gabriel, obedeciendo a una señal exterior. Y el carro sagrado comenzó a moverse con lentitud por el plano inclinado de madera que cubría los peldaños del altar mayor. Al pasar la verja hubo que detenerse.

En 1783, siendo Obispo de Teruel, D. Roque Martín Merino, inundose toda la vega y llegó el agua hasta el mismo altar mayor, penetrando también por todo el convento, con cuyo motivo dicho Prelado se llevó a su Palacio mantuvo a todos los religiosos.

Su madre sacudía entonces la cabeza, terrible, amenazadora como una euménida; el ingenioso Sánchez bajaba la suya, sometiéndose a aquel castigo, pero satisfecho en el fondo de sus lóbulos cerebrales de haber sacrificado una hija en el altar de la ciencia, no en el del fanatismo metafísico.

No topó con el suyo. Se dirigió a la catedral y se sentó sobre la tarima que había en medio del crucero, desde el coro a la capilla del Altar mayor. Apoyada la cabeza en la valla dorada, fría como un carámbano, la Regenta estuvo oyendo misa desde lejos, rezando oraciones que no terminaban y soñando despierta hasta que concluyó el coro.

Las combinaciones de flores con que adornan el altar, la precisión de detalles, la potente facultad inventiva para sustituir y apropiar cuanto hace falta, es admirable.

Por otra puerta opuesta a la de la sacristía entraron cuatro monjas, se arrodillaron delante del altar mayor y comenzaron a orar en voz alta de un modo extraño, que yo jamás había oído antes.

Antes faltaba en la iglesia el campanero que ellos a oír una de las primeras misas, cuándo no la del alba; confesaban y comulgaban todas las semanas; de cuando en cuando hacían ofrendas en metálico para mayor boato del culto; vestían a los santos, y hasta solían llevarse a su casa ropa de altar y sacristía, devolviéndola limpia, planchada y rizada primorosamente.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando