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Actualizado: 5 de noviembre de 2025


Oro no me deis a para que de guía me sirva, que nunca ha sido el oro el imán de la aguja de mis deseos; que si lo fuera, no hubiera yo dado en poeta, que es lo mismo que hacer voto de pobreza perpetua e incurable, y de perpetuo afán e irremediable locura. De poetas es, dijo Margarita, volverse a lo que más brilla y adorar el sol que deslumbra.

Como marino, era entendido, pero algo rutinario. Sabía poco, pero tenía mucha práctica. En El Dragón no se verificaban operaciones con el sextante. Zaldumbide hacía la estima calculando el punto de situación en que se hallaba el barco, la dirección que se debía seguir según las indicaciones de la aguja náutica, y las distancias medidas con la corredera.

Uno de los condenados el que tenía largos cabellos rubios y llevaba las vestiduras rotas y ensangrentadas tropezó en una piedra que le habían tirado y cayó. Redobló sus gritos la multitud, que parecía un mar agitado cubriendo con sus olas la superficie de un islote. Ben-Tovit, de repente, sintió tal dolor, que se estremeció, como si alguien le hubiera horadado la muela con una aguja.

La señora Angustias, que velaba aguja en mano muchas noches para que el niño fuese decentito al taller, con las ropas limpias, le encontraba en la puerta de su casa, temeroso de entrar y sin valor al mismo tiempo para huir, por la servidumbre del hambre, con los pantalones rotos, la chaqueta sucia y chichones y rasguños en la cara.

Si el relojero lo hubiese construido de otro modo, como lo ha hecho con respecto á la aguja de las horas, el tiempo seria el mismo, y el espacio andado muy diferente.

24 Y los discípulos se espantaron de sus palabras; mas Jesús respondiendo, les volvió a decir: ¡Hijos, cuán difícil es entrar en el Reino de Dios, los que confían en las riquezas! 25 Más fácil es pasar un cable por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el Reino de Dios. 26 Mas ellos se espantaban más, diciendo dentro de : ¿Y quién podrá salvarse?

Y el lamento era tan penetrante, tan afilado y agudo, que más que voz de un ser viviente parecía el sonido de la prima de un violín herida tenuemente en lo más alto de la escala. Sonaba de esta manera: miiii... Jacinta miraba al suelo; porque sin duda el quejido aquel venía de lo profundo de la tierra. En sus desconsoladas entrañas lo sentía ella penetrar, traspasándole como una aguja el corazón.

Aquí no era ya la agonía de la Piel de zapa de Balzac, sino la magistralmente descrita en el Frollo de Víctor Hugo, con la diferencia de que en aquella había blasfemias, y en la nuestra recuerdos y oraciones. La aguja del reloj marcó las nueve y media.... Las diez menos veinte.

Su vestido de novia era un poema en el que el telar y la aguja habían hecho las más espléndidas estrofas a su belleza.

Y vengan a Fulanita elogios desmesurados de Menganito, y vayan a Menganito relaciones minuciosas de los primores que Fulanita ejecuta con la aguja y lo económica y hacendosa que es y lo piadosa y lo limpia.

Palabra del Dia

aquietaron

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