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Actualizado: 11 de mayo de 2025


Sin embargo, por uno de esos caprichos inexplicables de las jóvenes, Esperancita mostrábase más afectuosa y deferente con Maldonado, contra su costumbre. Y los tres ofrecían un espectáculo curioso y divertido. Los criados circulaban con bandejas llenas de sorbetes, jarabes, confites y frutas heladas. Ramón llamó a uno para ofrecer a Esperanza ciertas yemas a las cuales sabía que era aficionada.

Maltrana cerraba sus libros sin un gesto de disgusto, pasando de un salto de la filosofía revolucionaria, que devoraba con ansias de neófito, a la devoción fetichista y estrecha de la pobre vieja, crédula para todos los milagros y más aficionada a los santos que a Dios.

El rey quedó atónito al ver en el río esta visión, porque la gente que de negro se viste, suele ser tan poco aficionada a Marte como a Neptuno.

Al decir estas últimas palabras, la niña se ruborizó hasta las orejas. Pues tengo noticia de que es usted aficionada a darlos. ¡Oh, no! Eso dice mi amigo Ramón. El rostro de Esperancita se oscureció al oir este nombre. Una arruguita severa cruzó su frente virginal. No por qué lo dice. ¿No le remuerde a usted nada la conciencia? Ni pizca. ¡Oh, qué corazón tan emperdenido! ¿Por qué?

Una sola persona se lo mandó a casa; y consistió el regalo en un magnífico neceser de costura, formado por una gran caja de piel de Rusia, colocada sobre un precioso mueblecito, y provista de tijeras, pasacintas, devanaderas, carretes y dedal, todo de plata: nada faltaba de cuanto puede desear una mujer aficionada a hacer labores.

Sin hablarse una palabra parece que se establecía la confianza entre ellos. Clementina no trató de analizar el sentimiento que le inspiraba el joven Alcázar. Era poco aficionada a mirarse por dentro. Creía vagamente que hacía una obra de caridad mostrándose cortés con él. "¡Pobre muchacho! se decía . ¡Cómo adoraba a su madre! Y ella ¡qué feliz debió de haber sido con un hijo tan bueno y cariñoso!"

Porque en la piedra que en mis hombros veo, Que la fortuna me cargó pesada, Mis mal logradas esperanzas leo. Las muchas leguas de la gran jornada Se me representaron que pudieran Torcer la voluntad aficionada, Si en aquel mismo instante no acudieran Los humos de la fama á socorrerme, Y corto y facil el camino hicieran.

Palabra del Dia

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