Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de junio de 2025


Era demasiado pueblero... ¿Por qué no haría caso cuando le advertimos que no debía internarse así no más en los matorrales de las islas?... ¡Yo fui un tonto en seguirlo! Podría haberme excusado diciendo que estaba enfermo... Pero, ahora que no tiene remedio nuestra imprudencia, ¡sabe Dios lo que me espera!...» Al rato, el Chucro volvió a preguntar a la mujer: ¿Hay galleta? Ella contestó: .

"¿Qué diré del mentir? Jamás se halla verdad en nuestra boca: encajamos duques y condes en las conversaciones, unos por amigos, otros por deudos, y advertimos que los tales señores o estén muertos o muy lejos." "Quien ve estas botas mías, ¿cómo pensará que andan caballeras en las piernas en pelo, sin media ni otra cosa? Y quien viere este cuello, ¿por qué ha de pensar que no tengo camisa?

No distábamos mucho de la ermita de San Cristóbal, cuando advertimos gran movimiento en el ejército de Vedel. Apretando el paso hasta que les tuvimos muy cerca, observamos que camino abajo venía hacia nosotros un joven saltando y jugando, con aquella volubilidad y ligereza propia de los chicos al salir de la escuela.

Para los felices mortales que vivimos en el presente siglo, á los que tan natural y legítimo nos parece el uso de todas las comodidades y ventajas de que disfrutamos, pues que á toda hora y sin el menor empacho ponemos el grito en el cielo á la menor falta que advertimos en el cumplimiento de las ordenanzas municipales, no podemos comprender la desidia y abandono de nuestros abuelos, en cuanto al régimen y gobierno de esta ciudad en las pasadas centurias.

Pero lo curioso es que, aun cuando desacertadísimo, nos impone su gusto y nos esclavizamos a las normas dictadas por su genio maléfico. Por las modas pasadas, que sólo existen ya en los museos, advertimos que el propósito al implantarlas no fué la perfección, ni la comodidad, ni la gracia, sino lo caprichoso, lo mudable, fantástico y extravagante.

Ya advertimos antes que el editor hizo ligeramente esta clasificación arbitraria, por cuyo motivo no es fácil de explicar lo que quiso dar á entender con dicha palabra.

Blanca se ganó al señor Penseroso en cuerpo y alma, y el señor Penseroso, por una parte, y Montifiori y Blanca por la otra, sitiaron y rindieron a mi tío. Muy pronto don Benito y yo advertimos las consecuencias. Ya era tarde: mi tío Ramón babeaba por la linda hija de su amigo y la sociedad comenzaba a anunciar su casamiento con ella.

Pasamos la vista por la Celestina, primer monumento de importancia de nuestra literatura novelesca, y advertimos que los burdeles que en ella tan admirablemente se descubren son casi idénticos á los que hoy existen, que sus personajes piensan, hablan, bromean como los que á todas horas tropezamos en la calle.

Advertimos en él, en medio de cierta pesadez letárgica, mayor fuerza y salud. La sangre hierve, circulando activamente por las venas y latiendo con inusitado brío en las sienes; las mejillas se inflaman; los labios se secan y los ojos brillan suavemente como las luces encendidas en los dormitorios. La condesa llevó una mano á la frente y separó un poco los rizos que le caían.

De la pesadez de estilo, de las molestas repeticiones de una cosa misma, de lo difuso en cosas claras, de la falta de exemplos en las obscuras, y otros defectos á este modo, que se notan en la Obra de Lock, no hablamos aquí, porque no pertenecen á nuestro asunto: solo advertimos que en materias de Religion, y en lo que se toca de la inmaterialidad del alma ha escrito segun su preocupacion, no segun los principios de una buena Animástica.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando