Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de mayo de 2025
Don Adrián sintió la fineza de su amigo, como una lluvia serena en el estío las plantas mustias. Apareció pronto don Alejandro con todos los pertrechos necesarios para ponerse en marcha, y el boticario le dijo: No he intentado siquiera saludar, eso es, ofrecer mis respetos a la señorita Nieves, porque verdaderamente es mejor que ignore, eso es, que yo he hablado con usted.
Declararon los oyentes, de todo corazón al parecer, que no había en el nombre nada de feo ni de raro, y, sin convencerse de ello, continuó don Adrián: Tampoco en Madrid dio un mal paso en su carrera: buenas notas siempre, mucho fruto... porque aquí, en la botica, le iba descubriendo yo cuando venía a pasar las vacaciones... y al mismo tiempo haciéndose un chicazo como un trinquete... no muy grande; pero bien cortado... eso es, y fuerte... y guapo, ¡qué caray!... y dócil y risueño que daba gusto.
Mira, papá dijo de pronto aquélla , qué bonita es esta costa de la bahía. ¡Cuántas islillas verdes que apenas se alcanzan a ver desde casa! ¿Y don Claudio y don Adrián? ¡Qué lejos quedan!... ¡Míralos!... Creo que saludan.
Cualquier afrenta, la más dura agresión. «antes, eso es, que aquellas incertidumbres, ¡caray! sí, señor; que aquel estado violento, eso es, en que no podía él vivir». Dio tres golpes muy desconcertados, como los que a él le producía en el angustiado pecho el acelerado latir de su corazón, y salió Catana. En cuanto vio a don Adrián le dijo sin acabar de abrir la puerta: El zeñó no pué...
Yo tendré siempre le respondió Bermúdez afablemente , el mayor gusto en servirle en cuanto pueda, señor don Adrián: no lo dude usted un momento. No lo dudo, señor don Alejandro replicó el otro . Y voy, en prueba de ello, a la súplica.
Desde anoche mismo; desde que oí al pobre don Adrián. La compasión que por él sentí y ¿a qué negarlo? lo que de él aprendí oyéndole, me despejaron mucho los nublados de mi cabeza, y pude así ver y estimar las cosas con mayor serenidad.
Vicente Adrián principalmente, conocido como escritor de autos, pertenece también á la misma escuela. El más notable de todos estos poetas valencianos fué Guillén de Castro, poco conocido, aunque se hable de él con frecuencia.
Sí, señor, que le tengo respondió Bermúdez dirigiéndose a la alcoba de su gabinete , porque quien le va a acompañar a usted, soy yo. ¡Usted, señor don Alejandro? exclamó asombrado el boticario. Yo mismo, señor don Adrián respondió Bermúdez desde allá dentro , en cuanto me calce las botas. Así como así, no me vendrá mal orear un poco la cabeza fuera de casa.
Hasta Leto y él, y Cornias y el mancebo, y casi, casi, don Adrián, habían tenido que andar en la gresca. No recordaba él haber dado más garrotazos en su vida... ni a los moros de África. Triste era haberse ensañado tanto en sus propios convecinos; pero se habían ido hacia aquel lado todos los ganapanes de Villavieja, y hubo que defenderse y ayudar a los amigos.
Durante la comida, que fue tan «opípara» como se la había anunciado en hipótesis don Adrián Pérez a su hijo andando hacia Peleches los dos, tuvo Leto varias pruebas más de que el león no era tan fiero como le pintaban: hasta llegó a encontrarse muy a gusto encerrado en la jaula con él.
Palabra del Dia
Otros Mirando