United States or Sweden ? Vote for the TOP Country of the Week !


Véome envuelto, rozado, confundido dentro de ese torbellino de vellones rizados, de balidos; una verdadera marejada, en que parece que los pastores son arrastrados con su sombra por olas que saltan... Detrás de los rebaños percíbense pasos conocidos, voces alegres. La cabaña está llena, animada, ruidosa. Chisporrotean, al arder, los sarmientos formando llama.

De Cartama iba a Coín, Breve jornada, aunque alargue Siempre la tierra el deseo Poniendo montes y mares; Iba, el más alegre moro Que vió Granada, a casarme Con mi señora Jarifa, Que ya en su vida me aguarde. Véome preso y herido, Y lo que siento es que pase De mi bien la coyuntura. Déjame agora matarme.

No soy un diablo malo; soy un buen chico... ¡Dios mío!... tengo defectos... ¡los he tenido siempre!... he sido loco para las mujeres lindas... ¡eso no puedo negarlo! pero es esa precisamente la prueba de que uno tiene buen corazón. Por otra parte, véome ya en el puerto... y me felicito de ello, porque, entre nosotros, comenzaba á fatigarme.

Pero, dejando esto aparte, ¿qué te parece a ti que debo yo de hacer ahora cerca de lo que mi señora me manda que la vaya a ver?; que, aunque yo veo que estoy obligado a cumplir su mandamiento, véome también imposibilitado del don que he prometido a la princesa que con nosotros viene, y fuérzame la ley de caballería a cumplir mi palabra antes que mi gusto.

Véome, pues, reducido a tener que hablar de la Santa sólo como profano en todos sentidos. Mis palabras no serán más que una excitación para que alguien, con la ciencia y el reposo de que carezco, no en breve disertación sino en libro, exponga por el método que hoy priva aquella doctrina suya, que Fray Luis de Leon llamaba la más alta y más generosa filosofía que jamás los hombres imaginaron.

, esa hora, esa hora de amor, para llamarla por su nombre, había sido soberanamente dulce, porque no fué premeditada, porque no había pensado en darle su nombre sino después de haberla agotado; porque había sentido la ebriedad sin la falta. Ahora mi conciencia se ha despertado: véome en la pendiente de un amor imposible, ridículo, peor que esto, ¡culpable!