United States or El Salvador ? Vote for the TOP Country of the Week !


Nueva barricada de chiquillos les cortó el paso. Al verles, Jacinta y aun Guillermina, a pesar de su costumbre de ver cosas raras, quedáronse pasmadas, y hubiérales dado espanto lo que miraban, si las risas de ellos no disiparan toda impresión terrorífica.

En fin, que había visto mujeres guapas, pero como aquella ninguna. Era una divinidad en toda la extensión de la palabra. Pasmadas estaban las amigas oyéndola, y aprovechó doña Lupe este asombro para acudir con el siguiente ardid estratégico: «Y en cuanto a lo de su mala vida, hay mucho que hablar... No es tanto como se ha dicho. Yo me atrevo a asegurar que es muchísimo menos».

Así es que un día ambas se quedaron atónitas y pasmadas cuando, después de varios requiebros, entre burlas y veras, D. Gumersindo soltó con la mayor formalidad y a boca de jarro la siguiente categórica pregunta: Muchacha, ¿quieres casarte conmigo?

Volvía la Marquesa, toda de negro, de pedir en la mesa de Santa María con Visitación; volvía también Obdulia Fandiño que había pedido en San Pedro, a la hora en que visitaban los monumentos los oficiales de la guarnición; y todas aquellas señoras, en el gabinete de la Marquesa reunidas, escuchaban pasmadas lo que solemnemente decía el gran Constantino, doña Petronila Rianzares, que había recaudado veinte duros en la mesa de petitorio de San Isidro.

Rafaela y Jacinta respiraron, pasmadas del valor de su amiga, a quien veían como una criatura sobrenatural. Con que vamos a ver prosiguió esta guiñando los ojos, como siempre que exponía un asunto importante . Nosotras nos llevamos al niñito, y le damos a usted una cantidad para que se remedie... ¿Y qué hago yo con un triste estipendio? ¿Cree que yo me vendo?