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En él florecieron Pedro Astigitano y Walabonso Eleplense, el primero en grado de presbítero, y como diácono el segundo, dando ambos á dos su sangre por Jesucristo . Estos son los monasterios de que se conservan mas circunstanciadas noticias.

Verdad es que no lo halló, pero dice que fué por impedirlo las aguas, y no por no existir: así aunque dudaba de esta noticia, y debia darla, aunque conociese que me pudieron engañar. Las noticias que me V. E. son tan circunstanciadas que parecen justas, y no las olvidaré cuando me puedan servir.

Los gobiernos de Lima, Buenos Aires y Chile, distrayéndose de las atenciones que los rodeaban, tendian la vista hácia estas poblaciones misteriosas, reiterando sus conatos para alcanzarlas; y las noticias que circulaban sobre su existencia, eran tan circunstanciadas y concordes, que arrancaban el convencimiento.

Noticias mas circunstanciadas nos suministra de la antigua topografía de este alcázar, la relacion que hace Blancas de la manera con que se adornó en la coronacion del Rey D. Martin, verificada el domingo 13 de abril de 1399, refiriéndose á otra que hizo Carbonell, y que segun expresa, se conserva en el archivo de Barcelona. «Cuanto á lo primero, dice, el real palacio de la ALJAFERÍA, que era donde el rey posaba, parece ser estuvo aderezado de esta suerte.

De los posteriores sucesos de su vida, por espacio de mucho tiempo, ni tenemos noticias circunstanciadas ni nos convendría darlas aquí aunque las tuviésemos. Sólo veinte años después por medio del Vizconde de Goivoformoso, he vuelto yo a saber de Rafaela, reanudándose su historia en lo más esencial con lo que contaré en adelante.

Fueron noticias circunstanciadas a Bayona, vinieron órdenes y planes de conducta, hubo infinitos cabildeos, mezcláronse algunas mujeres, salieron subrepticiamente fusiles de la Fábrica, sustraídos por algunos operarios carlistas; hízose acopio de boinas blancas y polainas; por último, cierta noche salieron al campo como unos treinta jóvenes, en su mayoría estudiantes y seminaristas, a cuyo frente se puso el presidente de la junta, don César Pardo, a quien hemos tenido el honor de conocer al final del capítulo tercero de esta narración.

El empeño que tiene la Duquesa en seducir a Ignacio y los medios elegantes y alambicados de que se vale para conseguirlo, me parecen tan bien traídos como lindamente descritos, y no deben asustar a las personas más pudorosas. Su representación y narración por circunstanciadas que sean y a pesar de toda la verdad y viveza con que se pinten, no deben ser tenidas por inmorales.