Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de junio de 2025
Se fué agrandando, y un arroyo rojo obscuro, como de sangre de toro, corrió por la tierra con un chisporroteo ruidoso. ¿Eso es el hierro? preguntó Aresti. No: es escoria. El hierro vendrá después. El médico respiraba con dificultad. La tarde de primavera era calurosa. Al lado de aquellos infiernos de la industria, la vida era imposible.
La de que la madre del toro no sabe rezar. Traga-santos era hombre que se confundía y embrollaba cuando para entender las cosas necesitaba cavilar un poco. Así fué que se hizo un ovillo cuando se puso á cavilar para entender lo que el señor Cura Párroco le había querido decir con aquel cuento.
De repente, resonó un grito general, porque el toro tomaba impulso para lanzarse sobre el caballero de la pluma blanca, que se volvió, saludó a la monja y la dijo sonriendo: Por usted, señora, y en honor de esos hermosos ojos azules como el cielo.
Yo le puse bien derecho enfrente del pilar y doy un salto y póngome detrás del poste, como quien espera tope de toro, y díjele: "¡Sus!, saltá todo lo que podáis, porque deis deste cabo del agua."
Rodó el estoque por el suelo, y Gallardo, tomando otro, volvió sobre el toro, acompañado de sus peones. El capote del Nacional estaba pronto a desplegarse junto a él para distraer a la bestia. Además, los berridos del banderillero aturdían a la fiera y la hacían revolverse cuando se aproximaba mucho a Gallardo.
Gallardo, sosteniendo en un brazo su capote de faena sin adorno alguno, permanecía cerca de la barrera, junto al tendido de sus partidarios, en una inmovilidad desdeñosa, creyendo que toda la plaza tenía los ojos puestos en su persona. Aquel toro era para otro. Ya daría señales de existencia cuando llegasen los suyos.
Estocada al toro invisible. ¡Hasta el mismo puño!... Y sonreía satisfecho pensando en la decepción que iban a sufrir sus enemigos, los cuales profetizaban su inmediata decadencia siempre que sufría una cogida. Le faltaba el tiempo para verse en el redondel.
A puñados sazona con esta sal el Sr. don Francisco Toro Luna, algo a modo de comedia, cuyo título es ¡Día feliz!, que se representó en Córdoba en el teatro circo del Gran Capitán y en Julio del presente año. Sólo dos personajes figuran en la acción, la cual es muy sencilla. Todo el mérito está en el diálogo, natural, gracioso y desenfadado.
Cada semana se les da, dos o tres días, ración de carne en el pueblo, según la posibilidad de él. Regularmente se mata para cada cien personas un toro, y los despojos de todos se distribuyen a los muchachos y muchachas.
Calmosamente deshizo su muleta, la extendió, avanzando así algunos pasos, hasta pegarse casi al hocico del toro, aturdido y asombrado por la audacia del hombre.
Palabra del Dia
Otros Mirando