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Actualizado: 11 de julio de 2025


Vámonos, profesor ordenó á Flimnap . Estamos cansando con una visita demasiado larga á este pobre gigante, que no parece de un vigor intelectual en armonía con su estatura. Despídame de él; dígale que he tenido mucho gusto en conocerle. Y se puso de pie, acudiendo inmediatamente los dos aspirantes á profesor que sostenían la cola de su toga.

CURIOSIDAD. Informarme, Qué es la causa porque dexas De usar tus antiguos trajes, Del coturno en las tragedías, Del zueco en las manuales Comedias, y de la toga En las que son principales: Cómo has reducido á tres Los cinco actos, que sabes, Que un tiempo te componían Ilustre, risueña y grave: Ahora aquí representas, Y al mismo momento en Flandes: Truecas, sin discurso alguno, Tiempos, teatros, lugares: Véote, y no te conozco: Dame de ti nuevas tales, Que te vuelva á conocer, Pues que soy tu amiga grande.

El pobre viejo no alcanzaba por qué medio sería ello; pero con los ojos de la imaginación veía al chico ya vestida la toga de vuelillos blancos, con el birrete puesto, la placa en el pecho y sentado en un sillón de alto respaldo, escuchando informes de abogados que, al dirigirse a él, hablarían con profundísimo respeto... y, de repente, vinieron el descuento, las pérdidas, los atrasos, la jubilación, reduciéndose el futuro juez a empleadillo colocado por el favor de un amigo, y a merced de quien tuviese influjo para quitarle cualquier día la plaza en provecho de otro.

El Reglamento Regio de Génova , disponiendo que los senadores lleven toga purpúrea, colorada, previene que se practique así particularmente «in escecuzione di giudicato criminale ad effectto de incutere colla grave sua decorosa presenza il terrore e lo spavento nel cativi». El verdugo en todos los Estados europeos vestía de colorado hasta el siglo pasado.

Entonces fue cuando profirió aquella frase felicísima que más tarde dio la vuelta al mundo en alas de la fama. Ha concluido el reinado de los poetas y comienza el de los fisiólogos. Llegó la hora de arrancarse la toga y ponerse la blusa del operador. El alma está hecha de sustancia gris, el corazón es un músculo encargado de dar movimiento a la sangre.

El Dante puede mostrar a Virgilio este león encadenado, convertido en mármol de Paros y en estatua griega, porque del otro lado de la tumba todo lo que sobrevive debe ser bello y arreglado a los tipos divinos, cuyas formas revestirá al hombre que viene.» Y si estas palabras que subrayo, porque ellas son acaso las más profundas que Sarmiento haya escrito, pudieran parecer obscuras en su misma profundidad, ved cómo concreta después su juicio definitivo sobre el protagonista de esta obra: «He aquí me decía un joven Arce, pariente de Quiroga cómo yo llevo la toga y la clámide del griego y no la túnica ni la dalmática del bárbaro.

Los demás oficiales no ofrecían absolutamente nada de particular en sus rostros: facciones abultadas, ojos negros, bigotes retorcidos, perillas puntiagudas, fisonomías vulgares en un todo, aunque varoniles. Se comprendía a primera vista que les venía muy ancha la toga.

Después colocaron ante el Hombre-Montaña una mesita y un sillón, que sobre la mesa enorme parecían juguetes infantiles. También depositaron en la mesita muchos libros. Llegaba el profesor vestido de ceremonia, con su mejor toga y su birrete de gran borla, lo mismo que si fuese á leer una tesis ante la Universidad en pleno.

Durante años había contemplado las instituciones humanas, y todo lo establecido por la religión ó las leyes, desde un punto de vista que le era peculiar; criticándolo todo con tan poca reverencia como la que experimentaría el indio de las selvas por la toga judicial, la picota, el cadalso, ó la iglesia. Tanto su destino como los acontecimientos de su vida habían tendido á hacer libre su espíritu.

Al tomar en sus manos Los Comentarios, era él quien conducía las cohortes a través de las Galias; pero, en los idus de marzo, más sagaz que el dictador, atisbaba la traición de Junio Bruto y, escondiendo una espada bajo la toga, entraba a la Curia y mataba uno a uno a los conjurados.

Palabra del Dia

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