United States or Honduras ? Vote for the TOP Country of the Week !


Encogióse despreciativamente de hombros el marqués, como amenguando el mérito del facultativo, y murmuró no qué entre dientes, prosiguiendo en su paseo de arriba abajo y de abajo arriba, con las manos metidas en los bolsillos, el pantalón tirante cual lo estaba el espíritu de su dueño.

Los prácticos saben muy bien que estos caractéres tienen mas importancia que los que emanan de la forma lancinante, tirante, dislacerante, etc., de los dolores que generalmente son tan distintos en cada medicamento. La fisonomía general, el carácter esencial y fundamental del agárico está en su accion nerviosa y en la astenia.

Sentía en el lagar de sus heridas una fuerte picazón, una rigidez que ponía tirante su carne. Valls adivinó una curiosidad suplicante en los ojos de su amigo. No hables, no te fatigues... ¿Que cuánto tiempo estoy en Ibiza? Cerca de dos semanas. Leí en los papeles de Palma lo tuyo, y al momento me planté aquí. Tu amigo el chueta siempre será el mismo... ¡Los malos ratos que nos has hecho pasar!

Las tísis mucosas pueden en estas circunstancias curarse con dulcamara; sus síntomas son: la ronquera, la tos mucosa y aun hemotóica, dolores lancinantes en el pecho, opresion, sequedad de la piel, agravacion vespertina, pulso tirante, sudor nocturno.

Tenían un gesto de luchador, con la boca tirante, los ojos feroces, y avisadas por el instinto de esta transformación, apenas se separaban del juego sacaban del bolso de mano el espejito, los polvos, el colorete, para remediar y borrar su pasajera decadencia. Las de aspecto más digno y correcto se mostraban á veces las más atrevidas.

Gabriel supo por el Vara de plata que había muerto la madre del curita, y una semana después le vio una tarde en las Claverías. Tenía los ojos enrojecidos, las facciones des-carnadas y con la piel tirante, como si hubiese llorado mucho. Vengo a despedirme de usted, Gabriel. He pasado un mes de penas y de insomnio cuidando a mi madre. La pobre ha muerto.

Las comedias de santo son de ejemplo; las historiales, de desengaño; las amatorias, de inocente diversión sin peligro. La majestad de los afectos, la claridad de los conceptos, la pureza de las locuciones, la mantiene tan tirante, que aún la conserva dentro de las sales de la gracia. Nunca se desliza en puerilidades; nunca se cae en la bajeza de afectos.

El aparejo, antes rígido y tirante, pendía flojo y desmayado. Tiraron de él y salió a la superficie el anzuelo, pero roto, partido por la mitad, a pesar de su tamaño. El compadre meneó tristemente la cabeza. Antonio, ese animal puede más que nosotros. Que se vaya, y demos gracias porque ha roto el anzuelo. Por poco más vamos al fondo.

Pues desde entonces, de mano en mano, fue aquella orden de caballería estendiéndose y dilatándose por muchas y diversas partes del mundo; y en ella fueron famosos y conocidos por sus fechos el valiente Amadís de Gaula, con todos sus hijos y nietos, hasta la quinta generación, y el valeroso Felixmarte de Hircania, y el nunca como se debe alabado Tirante el Blanco, y casi que en nuestros días vimos y comunicamos y oímos al invencible y valeroso caballero don Belianís de Grecia.

Porque, a la verdad, ella no quería que don Andrés se extralimitase, pero no quería tampoco que se le fuese, y era arduo problema y cuestión de milagroso equilibrio el mantenerse sin caer ni a un lado ni a otro, yendo sin balancín como por una maroma de cuerda tirante.