Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de julio de 2025
Mientras más se acercaba el suspirado día, más tiernos estaban los novios; sus coloquios íntimos eran interminables: juntos salían a caballo, doña Luz en el suyo, y D. Jaime en otro bastante bueno y bonito, de la propiedad de D. Acisclo; y también iban de paseo a pie, en compañía de doña Manolita, muy ufana de haber sido la mediadora en aquella feliz alianza.
De modo continuó, que es cosa convenida el que nuestra antigua amistad nada tiene que temer. Usted responde de ello en lo que le corresponde. Es menester que ella nos siga y no se pierda en ese gran París que, según dicen, dispersa los más tiernos afectos y pone olvido en los corazones más firmes.
Adivinó que el profesor hembra le traía buenas noticias, a juzgar por la expresión alegre de su rostro; pero antes de que se enfrascase en su relato y tal vez en la manifestación de sus tiernos sentimientos, quiso satisfacer la propia curiosidad. -Dígame, doctor: ¿Momaren tiene una hija? Al oir estas palabras, Flimnap perdió su alegre gesto.
Pero todos sus propósitos de energía desvaneciéronse ante las miradas suplicantes de su madre. ¡Qué hermosa estaba! Con sus ojazos lagrimeantes y tiernos, parecía la Virgen que tiene el corazón erizado de espadas.
Culpa de Rocinante, ¡oh dura estrella!, que esta manchega dama, y este invito andante caballero, en tiernos años, ella dejó, muriendo, de ser bella; y él, aunque queda en mármores escrito, no pudo huir de amor, iras y engaños. DEL CAPRICHOSO, DISCRETÍSIMO ACAD
Volved los ojos, y vereis ardiendo De la ciudad los encumbrados techos, Escuchad los suspiros que saliendo Van de mil tristes lastimados pechos; Oid la voz y lamentable estruendo De bellas damas, á quien, ya deshechos Los tiernos miembros en ceniza y fuego, No valen padre, amigo, amor, ni ruego.
Ponía los ojos tiernos a todos los hombres; ella, tan áspera e imperiosa con las mujeres, sonreía a cuantos solteros vivían en las Claverías. El Tato era gran amigo suyo; le buscaba cuando su tío estaba ausente, riendo sus gracias de aprendiz de torero.
Concluída la copla, beben ambos, y cambiando la taza de cabeza, contesta el indio á la canción que le han dirigido, repitiéndose estas evoluciones horas y horas, en que se oyen tiernos y delicados pensamientos. ¿Quién es su autor? Nadie lo sabe, son hijos de un momento de inspiración; el oído los recoge y la memoria los perpetúa.
Si la recompensa del amor es el odio, si la vida infeliz y débil de aquella criatura de amor a la cual se debían prodigar los más solícitos y tiernos cuidados había sido destruida precisamente por quien conocía la benignidad de su corazón, nada había en el mundo, nada más que el mal... Pero Roberto Vérod reprimía estas palabras.
Huyendo de los golpes que le contundían, trató de refugiarse en la iglesia; pero cabalmente comenzaba a salir entonces la gente; y aun quiso su mala fortuna que el primero que salía fuera Nilo Chuecas, el colaborador poeta de los Cantares tiernos; el cual, al verse cara a cara con el sabio, le plantó en ella el mejor par de bofetones que se había dado en Villavieja muchos años hacía.
Palabra del Dia
Otros Mirando