Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de mayo de 2025


Correspondiente a esta actitud irracional, fue el saludo que le dirigieron los recién llegados, que no podían ya con los barajones ni con los propios cuerpos: una tempestad de injurias y de motes, y hasta de ladridos de los perros. ¿Por qué no te golvistes a tiempu, animal, más que animal? preguntóle uno.

No se inquietó gran cosa, pensando que la presencia benigna del marino encalmaría bien pronto aquella tempestad. Empezó a vestirse lentamente delante de un espejito tan pequeño que se iba viendo en él «por entregas», y reparando en ello se sonreía.

Una tempestad de encontradas afecciones combate ahora mi corazón. El desorden de mis ideas se conocerá en el desorden de lo que estoy escribiendo. Dos veces he vuelto a casa de Pepita. He estado frío, severo, como debía estar: pero ¡cuánto me ha costado! Ayer me dijo mi padre que Pepita está indispuesta y que no recibe.

Nada, la explicación del fenómeno es muy sencilla, no busqueis grandes causas, son muy pequeñas. En primer lugar, ahora hace un calor atroz, lo que por cierto dista mucho del oreo de una fresca brisa como sucedia por la mañana; D. Nicasio está sumamente abatido, la hora es pesada, el cielo se encapota y parece amenazar tempestad.

Así nos entendimos, y llegué yo a ver hasta el fondo de aquel puro y cristalino lago, tan agitado y revuelto todavía por las iras de la reciente tempestad. »¡Aborrecer ella a Ángel cuando más en el alma le tenía!

»Volvimos a nuestra existencia tranquila, a nuestros estudios, a nuestras acostumbradas conversaciones; y más felices y dichosos que antes de la tempestad, nos parecíamos a los marineros salvados milagrosamente de un naufragio.

Los oídos le zumbaron con un glu-glu inmenso mientras su cuerpo daba cabriolas en la obscuridad. Su cerebro confuso imaginó que se había abierto un agujero infinito en el fondo del mar, que todas las aguas de los océanos se escapaban por él formando un gigantesco remolino, y que él volteaba en el centro de esta tempestad giratoria. «Voy á morir... ¡Ya he muerto!», decía su pensamiento.

»¡Dios mío! ¡Qué envidia! ¡Qué ira! ¡Qué tempestad de malas pasiones conmueve mi corazón! ¿Por qué no acabas con mi infame y miserable vida? ¡Ay!... la muerte... la muerte... antes de que llegue el día en que se casen». El escritor tranquilo y crítico procura poner y cuando tiene habilidad pone en sus escritos lo mejor de su alma. Allí se mira él luego, y se deleita mirando su interior belleza.

17 el cual tomado, usaban de remedios, ciñendo la nave; y teniendo temor de que diesen en la Sirte, abajadas las velas, eran así llevados. 18 Mas siendo atormentados de una vehemente tempestad, al siguiente día alijaron;

Trabajando sin cesar, el río destruye y renueva constantemente sus orillas, sus islas, sus bancos de arena, y como la tempestad y el huracán, es una fuerza de la naturaleza que modifica visiblemente la apariencia exterior de la tierra. Tal vez en el porvenir esta corriente de agua que fué un río y que actualmente es un arroyuelo, disminuirá su caudal hasta el punto de que un pájaro pueda secarlo.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando