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Actualizado: 26 de octubre de 2025
Se le pueden confiar los encargos más importantes con la certeza de que serán ejecutados en conciencia. Yo dijo Sofía Jansien en tono ruidoso y duro no conozco más que un confidente discreto, el fuego. ¡Ja, ja, ja! Esta señora tiene un modo de reír que rompe los vidrios. Lautrec continuó: Sí, cuando uno muere, lo que posee más secreto debe ser entregado al fuego.
En cuanto «el diablo de Juan», como le llaman, se presenta en alguna parte, se llena la taberna, saltan los tapones y chocan los vasos; y, cuando la fiesta está en todo su apogeo, a través de los cristales hechos añicos salen las botellas a la calle. Pero «el diablo de Juan» paga todo lo que rompe.
Don Cayetano podía oírlo todo, pero doña Anuncia hubiera preferido metáforas y perífrasis. «El desarrollo contenido», «la crítica y misteriosa metamorfosis», «la crisálida que se rompe», todo eso estaba bien; pero el médico añadía unos detalles que doña Anuncia no vacilaba en calificar de groseros. «¡Qué gentes trataba mi hermano!» decía poniendo los ojos en blanco.
Toda vida inocente tiene derecho á disfrutar momentánea dicha, cuando el individuo, por inferior que sea la escala en que la Naturaleza le haya colocado, rompe el estrecho límite de su Yo individual, quiere una perpetuación de sí mismo, y en medio de su obscuro deseo penetra en el infinito do debe perpetuarse.
¡Ay, madre! exclama una muchachuela con los ojos arrasados de lágrimas, dirigiéndose á una pobre anciana que esta á su lado, no veo á la nuestra vaca: ¡debe ser verdá aquéllo que se corrió! Sí; hija mía responde la madre: las malas noticias siempre salen verdaderas, y la soga nunca rompe por lo más gordo, ni el día amanece alegre para todo el mundo...; ¡cómo ha de ser!
Sus pies parecían avisarle el cataclismo que se desarrollaba debajo de ellos: la tromba líquida invadiendo con espumoso mugido el espacio entre la quilla y la cubierta, destrozando las mamparas metálicas, derribando los portones de seguridad, desordenando los objetos, arrastrándolo todo con la violencia de una inundación, con el mazazo de un dique que se rompe.
Lo que debe hacer el criado es andar siempre muy cuidadoso para no romper el vaso, y si le rompe, sentir mucho su falta, y ya que no puede ni componer bien el vaso ni comprarte otro nuevo é igual, sufrir con humildad la reprimenda que tú le eches. Me complazco en ver que estamos de acuerdo en lo general de la doctrina. En la aplicación á casos particulares es en lo que veo que cabe mucha sutileza.
¡Era Doña María la madre de los pobres! ¡Nunca hubo puerta de más caridad! ¡Dios Nuestro Señor la llamó para sí y la tiene en el Cielo, al lado de la Virgen Santísima! ¡Era la madre de los pobres! ¿Por qué no camináis en silencio? ¡Era mi madre también, era todo cuanto tenía en el mundo, y no lloro! La voz del viejo linajudo, desmintiendo sus palabras, se rompe en un sollozo.
Cargan, y como la fuerza enemiga fuese mucho mayor, la línea se reconcentra, se oprime, se embaraza y se rompe, en fin; muévense los españoles en este momento, y la derrota se pronuncia en aquella enorme masa de caballería.
Apenas comienza a salir el sol, sopla su humo la chimenea de la fábrica, el martillo rompe la piedra, la lima muerde el metal, rasga el arado la tierra, se enciende el horno, mueve la bomba su pistón, suena el hacha en el bosque, corre la locomotora entre chorros de vapor, chirría la grúa en el puerto, corta el navío las espumas y tiembla en su estela el barquichuelo de pesca arrastrando las redes.
Palabra del Dia
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