Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Geoffroy, Cuvier y Blainville los encontraron calientes y con vida. «Todo está vivo decía aquél, ó lo estuvo. Todo es vida, presente ó pasadoGrande esfuerzo revolucionario contra la materia inerte, que conduciría hasta suprimir lo inorgánico. Nada estaría completamente muerto. Lo que ha vivido puede dormir y conservar la vida latente, una aptitud para revivir. ¿Quién está verdaderamente muerto?

Trabajaba entonces en la República Argentina, hastiado ya de aventuras en países de continuo sacudimiento revolucionario. Se limitaba á ser ingeniero, y servía unas veces al gobierno y otras á empresas particulares, construyendo canales y ferrocarriles. El orgullo de dirigir los avances de la civilización á través del desierto le hacía soportar alegremente las privaciones de esta existencia dura.

Los mismos que aprobaban sus planes, permanecieron silenciosos, como si les repugnase incluir al revolucionario en la pródiga distribución de tiros. Era un loco que imponía admiración, un santo que no creía en Dios; y aquellos señores de la tierra sentían por él un respeto igual al del moro ante el santón demente que le maldice y le amenaza con su palo.

Su participación en el movimiento revolucionario, su agitación en las emigraciones cubanas, su recorrido por todos los países en los cuales creyó que podía encontrar un eco simpático al pensamiento revolucionario y su dedicación absoluta y definitiva a dar cuerpo a ese pensamiento y a su ensueño, ¿qué son sino una cosa que está en la memoria y en el corazón de todos nosotros y que no necesita ser repetida, que no debe ser repetida, porque la repetición no sería ciertamente excusable, sería incuestionablemente vana y presuntuosa?

Eso no es el comercio, el conquistador universal, el universal revolucionario, encargado por la Providencia de llevar, entre sus mercancías, el espíritu de tolerancia y civilizacion á todos los países. Jugar no es comerciar; comerciar, no jugar, debe ser el oficio del comerciante. Si su nuevo oficio consiste en un juego, lo natural es que deje el nombre de comerciante, y tome el nombre de jugador.

Pues señor... vivía en aquella casa un tío de la tal, hermano de la huevera, buen tipo, el mayor perdido y el animal más grande que en mi vida he visto; un hombre que lo ha sido todo, presidiario y revolucionario de barricadas, torero de invierno y tratante en ganado. ¡Ah! ¡José Izquierdo!... te reirías si le vieras y le oyeras hablar.

Los informes de la policía decían algo de la influencia que este amor había ejercido sobre el Príncipe. Cinco años antes, en la época en que conoció a la italiana, la actividad política de Zakunine casi había cesado. Parecía que el revolucionario hubiera olvidado sus antiguos ideales, a sus cómplices y todo, para vivir junto a su amiga.

Luna, al través de sus ardores de revolucionario, no se hacía ilusiones sobre el presente. La humanidad era todavía una tierra infecta en la que se corrompían las mejores semillas, dando, cuando más, frutos venenosos. Había que aguardar a que se completase en la conciencia humana la revolución igualitaria que se había iniciado aún no hacía un siglo. Después de esto sería posible y fácil cambiar las bases de la sociedad.

Y el revolucionario enardecíase al hablar: abandonaba su sonriente frialdad; brillábanle los ojos tras las gafas azuladas, con el fuego de la rebelión. La caridad no había hecho nada por dignificar al hombre.

El guerrero se zafa aquí por un expediente revolucionario del problema que tanto ha embarazado al pobre molusco. «Respirar á pesar de la concha.» A lo que contesta: «Respiraré por el pie, por la mano. El punto débil por do pudiera ser habido, lo coloco en el arma de guerra. ¡Que vengan, pues, á atacarme por ahíEl no teme otro enemigo que las borrascas y las rocas.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando