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Actualizado: 9 de mayo de 2025


En cuanto a no poder entenderse con los vecinos de Tablanca, era otro error mío y de otros muchos hombres cultos, empeñados en tomar ciertas cosas al revés. ¿Por qué ha de ser el hombre de los campos el que se eleve hasta el hombre de la ciudad, y no el hombre de la ciudad el que descienda con su entendimiento, más luminoso, hasta el hombre de los campos para entenderse los dos?

Estos hombres, estos árboles, así como los caballos en que iban montados algunos de aquellos, hacían recordar las personas y los paisajes cuando se examinan con unos gemelos puestos al revés, ó sea colocando los ojos en las lentes gruesas, para ver la realidad á través de las lentes pequeñas.

Ordene la señora marquesa..., menos que se despoje a este viejo edificio de sus hiedras. ¡También sentimental y culto! Pues me gusta la imagen, vea usted; aunque yo quizás la hubiera presentado al revés, por parecerme así más verdadera... Abreviando, señor administrador: lo que ordeno es que desde mañana, desde hoy mismo, no ha de haber en mi casa otro dueño de mi hacienda que yo.

En La república al revés se pintan con tanta energía como animación los disturbios y altercados de familia de la corte de Constantino Porfirogeneta. Constantino despoja del trono á su madre, la destierra, y ordena que le quiten la vida. Cásase con Carola, hija del rey de Chipre, pero se apasiona pronto de una dama de la corte y encierra á la Emperatriz en la cárcel.

No estaban allí a la sazón más que tres redactores. Uno de ellos era el traidor Sinforoso Suárez. Sin decirles una palabra, cayó sobre ellos a puñadas y puntapiés, con tal maña y coraje, que no pudieron hacer resistencia. Cuando alguno se levantaba del suelo, un tremendo revés a mano vuelta le tumbaba de nuevo.

Para pasar el caldo tenemos que dárselo con Jerez... y por la mañana, para que pase una tostadita, hay que darle un dedito de la horchata de cepa, y por la noche otro dedito... ¿Pero de veras le dais... esa perdición? preguntó alarmadísima doña Lupe. Lo ha mandado el médico. Dice que es medicina. Parece aquello de al revés te lo digo.

Cumplió don Quijote con la naturaleza durmiendo el primer sueño, sin dar lugar al segundo; bien al revés de Sancho, que nunca tuvo segundo, porque le duraba el sueño desde la noche hasta la mañana, en que se mostraba su buena complexión y pocos cuidados.

Si se citaba delante de ella algún rasgo de valor ó de virtud, lo volvía al momento para buscarle la faz del egoísmo; si se tenía la desgracia de quemar en su presencia el más pequeño grano de incienso sobre el altar del arte, al instante lo extinguía de un revés.

«¡Papitos, Papitos!... No, no te llamo... vete... ¿Pero has visto qué insolente? Si no es él, no es él... Es que me le han vuelto del revés, me le han embrujado. ¿Habrá tunante? Si estoy por seguirle y avisar a una pareja de Orden Público para que me le trinquen... Pero a la noche nos veremos las caras.

Al sentirse fatigado de aventuras y glorias, desceñíase la tizona, abandonaba el corselete y se cubría con el hábito de fraile. Otras veces, en plena juventud, bastaba un revés de fortuna, un desengaño de amor, para que el capitán fastuoso y cruel se convirtiese en ermitaño del desierto, alimentándose de raíces frente a una calavera y una cruz de palo.

Palabra del Dia

hociquea

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