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Pues lo que es tipo de conde, me parece que ha de tener más éste. Por lo poco que recuerdo, su figura debe ser más delicada y más elegante. El otro era demasiado gordo y tenía las facciones abultadas y traía el pelo muy corto. Era un tipo de bourgeois.

Yo uno a este suculento recuerdo un buen puñado de episodios juveniles; mi estómago siente una onda sentimental al evocar aquellos arroces, que eran como un paréntesis de encanto en medio de aquellos días menesterosos, en que el más loco y bizarro mocerío florecía en rosas de alegría e imprevisión.

No lo recuerdo... ; lo llamó, y no debía ser tan descreído cuando ante la idea de morir quiso ponerse bien con Dios. ¿Es cierto eso, Melchor? preguntó Lorenzo.

Pero no lo tendré: un mazo de cuartillas me espera sobre la mesa; he de leer una porción de libros, he de ojear mil periódicos... Me siento ante la mesa. El recuerdo de Sarrió acude a mi cerebro: nos hemos abrazado estrechamente. ¿Sarrió, ya no nos volveremos a ver más? , Azorín; ya no nos volveremos a ver más. Ha silbado la locomotora.

El público había olvidado a Mina completamente. Su nombre no era más que un vago recuerdo para los entusiastas que guardaban memoria de los intérpretes wagnerianos. Las glorias escénicas mueren pronto... Hace poco he encontrado mi nombre en una revista. Hablaba de como de una joven de grandes esperanzas que se perdió prematuramente.

Esto, que es tan fácil en Manila, en Tayabas constituye una empresa verdaderamente piramidal, y aun cuando los indios no conocen las colosales masas de piedra del Egipto, sin embargo, recuerdan que la última comedia que tuvieron había costado una derramita de á 20 pesos, si no por barba, por lo menos de bolsillo, y con tal recuerdo no es de extrañar que el asunto se debata, y hasta algunas veces se arañe.

De hecho se separaba de Luquitas, señalándole una pensión para que viviera; tomarían un hotel con jardín; se abonarían a dos o tres teatros; buscarían relaciones y amistades de gente distinguida... «Hija, no te corras tanto, que aún no sabes lo que te rentará tu mitad de la Almoraima; y aunque yo, por lo que recuerdo de esa hermosa finca, calculo que no será un grano de anís, bueno es que sepas qué tamaño ha de tener la sábana antes de estirar la pierna».

Recuerdo yo, no haber leído, sino haber oído contar, en el aula del Seminario donde estudié Filosofía, sin averiguar más tarde en qué autoridad, documentos o testimonios se apoyaba la historia, que el doctísimo Cornelio a Lápide fue en su niñez una criatura casi tonta o insignificante por lo menos, pero que paseando un día por los alrededores de su lugar, tuvo la desgracia o la fortuna de encontrarse en medio de dos partidas o bandos de muchachos, que estaban apedreándose, y de recibir en la cabeza una tremenda pedrada.

Decidamos en virtud de todo lo dicho, que sea el Estado quien le sostenga, esto es, la nación ó el pueblo mismo. La junta directiva y los actores, en vez de ser los asalariados de un particular, recibirán su salario de Estado, ó sea del pueblo, lo cual, á mi ver, es más digno y honroso. No recuerdo bien lo que dice Clarín de que no quiere ó de que no pide lujo. Entendámonos.

Llaman la atencion en lo exterior de la iglesia de los Reyes una multitud de grilletes, cadenas y otros instrumentos de prision, pendientes de los muros para recuerdo de los mártires de España, pues todos esos fierros les fueron aplicados en Granada á los prisioneros que estuvieron en poder de los Moros.