Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de octubre de 2025
Sí, sí comenzó a decir, presentando su tabaquera al señor Lammeter, que por segunda vez inclinó la cabeza e hizo seña con la mano para rechazar obstinadamente el ofrecimiento del squire , sí, nosotros los viejos bien podemos desear ser jóvenes esta noche al ver el ramo de muérdago suspendido, en el salón blanco.
Con estas palabras reanimó el valor de sus amigos. Al cabo lograron rechazar á los de Entralgo hacia el camino de Villoria. Así como un león confiado en sus garras se precipita sobre un rebaño de bueyes y desgarra á uno y á otro y á todos los aterra, del mismo modo Toribión, lleno del sentimiento de su fuerza, se abandona á todo su furor con el palo en la mano.
Su precocidad no era la que consiste en el temprano desarrollo de algunas facultades, sino en cierta serenidad de juicio que, dominando sobre las impresiones, le impulsaba a rechazar lo que su entendimiento no alcanzaba. Había que explicárselo todo, y la señal de que lo comprendía era una docilidad encantadora.
La tonta es una en guardar consideraciones a quien no las merece. Y luego, ¿quién me va a rechazar? ¡La de Osorio! ¡Olé mi vida!... Siento mucho decírtelo, hijo, aunque bien debes saberlo.
Desgraciado el que desde sus primeros años no se acostumbra á rechazar la lisonja, á dar á los elogios que se le tributan el debido valor; que no se concentra repetidas veces, para preguntarse si el orgullo le ciega, si la vanidad le hace ridículo, si la excesiva confianza en su propio dictámen le extravía y le pierde.
No: Manuel podía rechazar esta sospecha cumplidamente, porque Felisa era tan modesta como desinteresada; no con la modestia que aparenta ignorar la propia belleza, sino con aquella otra que muy pocas mujeres tienen y que consiste en no abusar del poder que sus hechizos les conceden.
La importancia de la cuestión para los países sudamericanos radica, por consiguiente, en rechazar indirectamente, por medio de su adhesión a la garantía colectiva, toda solidaridad con la doctrina de Monroe, tal cual la entienden y la practican los americanos.
«Voy al palacio de Aransis a ver a mi hermana le dijo . Está peor, y anoche le han dado los Sacramentos. ¿Quiere usted venir?». El primer impulso de ella fue rechazar la compañía de Bou; pero con tal empeño redobló este sus instancias y ruegos, que, por fin Isidora no quiso ser esquiva con él en tanto grado, y se fueron juntos.
Esto no obstante, su humildad le obligaba a rechazar este sentimiento y a repetirse la frase común a todos los místicos: «Así y todo es mejor que yo.» No sólo, pues, le miraba como su superior jerárquico y le tributaba todo el respeto debido, sino que hacía esfuerzos por representárselo mejor que él moralmente.
Allá en su interior, todo aquello repugnaba no poco a Miguel de Zuheros; pero cierto vehemente atractivo de amor vicioso luchaba con la repugnancia y la vencía. Morsamor no quiso o no se atrevió a rechazar los propósitos y ofrecimientos de donna Olimpia. Dichos propósitos se cumplieron.
Palabra del Dia
Otros Mirando