Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de mayo de 2025
Don Custodio estuvo á punto de no decirles en que consistía, resentido por no haber encontrado partidarios cuando sus diatribas contra Simoun. «Cuando no hay peligro quereis que hable, ¿eh? ¿y cuando lo hay os callais?» iba á decir, pero era perder una buena ocasion, y el proyecto, ya que no se podía realizar, al menos que se conozca y se admire.
¡Monstruos! ¿Qué queréis? ¿No estáis aún embriagados con los naufragios de que tenemos noticia á cada momento? ¿Qué más pedís? «Tu muerte y la muerte universal, la supresión de la tierra y la vuelta del caos.» Los faros.
¡Ah, lucero de mi obscura noche! exclamó Quevedo ; creo que mi pensamiento me ha traído por tan buen camino, como que en él había de encontraros. No podíais pasar por otra parte. ¿Me esperábais? Con ansias del corazón. No digáis eso, si no queréis verme loco. Aunque mucho os amo, que bien lo sabéis, no por vuestro amor son mis ansias, que de él estoy segura, sino por ella.
No me atrevo a comprenderos, señor respondió el aya . Un favor, un honor semejante para una pobre sirvienta... Me habéis comprendido, Marta. Pues bien, hablaré claramente. ¿Queréis ser mi mujer y compartir mi fortuna? Dadme la mano y no agreguemos nada más. Marta puso su mano en la suya. Estáis conmovida, tembláis exclamó alegremente Mathys . Es natural, yo mismo tiemblo de alegría.
Pero quisiera pagaros ahora mismo; ¡odio las deudas!... Existe un medio, quizá, sin vender los terrenos... Richard, ¿queréis ser mi marido?» Sí, señor cura dijo madama Scott, riendo, fui yo quien salí al encuentro de mi marido: yo quien le pidió su mano; esto lo podéis decir a todo el mundo, porque es la verdad.
Y el hombre que no respeta a su madre, ¿qué queréis que respete en el mundo? Faltándole el respeto a su madre, todo le falta, todo se desmorona... Ya no existe para él el mundo moral... Desde que no tiene fe en su madre, no la tiene en nada.
No seas así le dijeron por lo bajo las costureras. No me da la gana. ¿Queréis dejarme en paz? les respondió ella en voz baja también, mas con acento iracundo. ¿No quieres ir? preguntó don Rosendo con afectada severidad. ¿No quieres ir? La niña permaneció inmóvil y silenciosa. ¡Pues sal de aquí ahora mismo! ¡Quítate de mi vista!
¿Y no os ha dicho vuestra mujer que haya estado nadie más? No por cierto. Señor Francisco, los hombres viejos no debían casarse... sobre todo con mujeres jóvenes y bonitas. Señora María exclamó todo bilis y enojo Montiño: sois una bribona... Bien, muy bien; ahora los insultos. ¿Queréis vengaros de mí porque os he echado á perder un buen negocio?...
Llevadme do quisiéredes, que yo no tendré otra voluntad que la vuestra, y más si la queréis ocupar en vuestro servicio.
Contaldes lo que pasa, y decid que os lo dijo Rafala, que con esto seréis creídos y amparados; y no lo echéis en burla, si no queréis que las veras os desengañen a vuestra costa: que no hay mayor engaño que venir el desengaño tarde.
Palabra del Dia
Otros Mirando