Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de mayo de 2025
El pianista veía los puertos solitarios de los países históricos y muertos, con sus rondas de gaviotas sobre la tranquila copa azul; las bahías gigantescas llenas de humo y actividad de la América del Norte; las riberas antillanas, con sus bosques de cocoteros, negros sobre un cielo enrojecido por el ocaso; las islas del Pacífico, de duro coral, formando un anillo en torno de un lago interior... ¡Y aquel mago omnipotente confesaba la pérdida de sus riquezas!...
Aquello que él llamaba placer material y tenía mucho de pueril, era el consuelo de su alma en los frecuentes decaimientos del ánimo. El Magistral había sido pastor en los puertos de Tarsa ¡y era él, el mismo que ahora mandaba a su manera en Vetusta! En este salto de la imaginación estaba la esencia de aquel placer intenso, infantil y material que gozaba De Pas como un pecado de lascivia.
Cuando se arrojó a decírselo a su tío, no le sonó mal al marino el nombre de ingeniero; pero el calificativo de industrial volvió a despertar en su espíritu la misma tempestad de odios y rencores que le había producido la cerveza. ¡Industrial, industrial! Hoy cualquier limpiabotas se llama industrial. Hazte buenamente ingeniero de caminos, canales y puertos, o de minas.
Se había entendido con los hombres en los puertos más diversos del mundo. Contaba con algo más que la lengua: con los ojos, con las manos, con su malicia expresiva de meridional exuberante y gesticulador. Yo soy como San Vicente Ferrer añadió con orgullo.
Bueno es advertir también que las soldadas de los primeros se pagan, como los puertos, por los dueños del ganado que los disfruta.
La naturaleza, como en todas partes, ha determinado todos los fenómenos característicos del país catalan. La naturaleza, pues, invitaba á los Catalanes á buscar la costa marítima para ponerse en relacion con el mundo. Teniendo á la mano los puertos, los Catalanes hallaban la mas vasta via para su expansion social ó sus cambios.
Alma para Dios criada Y hecha á la imagen de Dios, Advierte de Dios tocada En que son los mares dos De nuestra humana jornada. Y así hay dos puertos á entrar Y dos playas al salir: En uno te has de embarcar, Que del nacer al morir Todo es llanto y todo es mar. En estrecho fin paraba, Alma, aquel ancho camino; Y el que estrecho comenzaba, Ancho, glorioso y divino El dichoso fin mostraba.
Multitud de pequeños Vapores de rio navegan el Garona arriba y abajo de Burdeos; otros mas grandes hacen la navegación marítima en dirección á España y Portugal, Inglaterra, Alemania, etc., y una línea de poderosos paquebotes tiene ya en relación permanente á Burdeos con los puertos principales del Brasil y las Repúblicas del Plata.
Felipe II no había querido entender nunca que «el Príncipe que fuere señor de la mar, será monarca y dueño de la tierra;» tenía en abandono y sin defensa los puertos; flacas y necesitadas de todo las armadas, incapaces por el número de cubrir el vasto imperio de las Indias Orientales y Occidentales, y de asegurar la venida de los tesoros en que consistía el secreto de su poder.
Nada de esto reflexiona su inconstancia, y el poco sufrimiento á los trabajos de la navegacion, que debia hacer por el Estrecho á Lima y á otros puertos para sostener, fomentar y asegurar las poblaciones.
Palabra del Dia
Otros Mirando