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Actualizado: 9 de mayo de 2025
Su sistema era no pagar soldadas regulares a la marinería. Luego os encontraréis con más dinero decía. Pero después, pasado el tiempo, enredaba las cuentas, y siempre salía ganancioso. Para indicarle a usted la barbarie de Zaldumbide, le contaré a usted dos casos.
Amontonábanse las rocas, soldadas unas a otras, y al remontarse en el espacio, obligaban al espectador a echar la cabeza atrás para alcanzar con sus ojos la aguda cumbre. Los peñascos de la orilla del agua eran abordables. Penetraba el mar entre ellos, sumiéndose en las bajas arcadas de cuevas submarinas, refugio en otros tiempos de corsarios y depósitos ahora de los contrabandistas algunas veces.
El viaje fue muy bueno, y no tuvimos más percance que unas calenturillas, que no mataron ni tanto así de hombre... Traíamos mucho dinero del Rey y de particulares, y también lo que llamamos la caja de soldadas, que son los ahorrillos de la tropa que sirve en las Américas.
Bueno es advertir también que las soldadas de los primeros se pagan, como los puertos, por los dueños del ganado que los disfruta.
La llanta de esta rueda era de carne animada: millones y millones de criaturas soldadas, amasadas, gesticulantes, con las extremidades libres, moviéndolas para convencerse de su soltura y su libertad, mientras sus cuerpos estaban pegados unos a otros. Los rayos de la rueda atraían la atención de Febrer por sus diversas formas.
Verdad es que como las pícaras latas van soldadas, y ... luego como la duración de los viajes no obedece á cálculo y ... la hoja de lata no tiene agujeros, hay cada rancho por esas bodegas que lleva el germen, no digamos de un cólico, si no de un par de gruesas de disenterías. Cierto es que hay un consuelo y es ... el de sufrir ó reventar hasta que se llegue á puerto.
Gastó en gargantillas de todos colores, en sortijas, espejucos y alfilerones de todas hechuras, un dineral: todo lo ahorrado de sus soldadas y algo más que pidió a cuenta, afrontando valerosa las indignidades con que la apostrofaba su amo.
PASTA DE TOMATE EN BOTES O BOTELLAS. Se hierven un momento los tomates; se pasan bien exprimidos por un colador. Se llenan de esta pasta unas botellas negras, dejándolas un poco vacías; se tapan con un corcho que se tendrá remojando desde el día anterior; se ata fuerte con un alambre y se lacran. Se cuece cuatro horas al baño maría; si son latas soldadas.
Palabra del Dia
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