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Actualizado: 14 de julio de 2025


El gitano escuchaba silenciosamente, mientras que Bentek continuaba sin interrumpirse sus ¡pom!... ¡pom! y su viva pantomima. Blasillo, poniéndose apresuradamente un cinturón, colocaba en él su sable, su puñal y sus pistolas.

La dulzura de su carácter, el odio que le inspiraba la violencia después de sus tres años de guerrillero, le hacían apartarse de los nuevos camaradas, que soñaban con hecatombes por la dinamita y el puñal para aterrar al mundo, obligándolo a aceptar por el miedo las nuevas doctrinas. No; él confiaba en la fuerza de las ideas y en la inocente evolución de la humanidad.

Encontréle en casa del duque de Lerma, á donde yo iba en busca del cocinero mayor, y le metí en la casa. Pero en la puerta me encontré antes de hablar con Montiño... ¿á quién diréis que me encontré?... No adivino. A Francisco de Juara. Lacayo y puñal de don Rodrigo Calderón... ¡ah! ¡ah! ¡hermano Quevedo, y qué conocimientos tenéis! El conocer no pesa.

Callaría si el arte de la seda hubiese ganado algo con nuestra ruina; pero me sublevo al ver que lo de allá, que es lo que priva, ni es arte ni nada. Industrialismo vil: estafa y nada más. ¿Dónde están los tejidos de pura seda que un puñal no podía atravesar? ¿Dónde los terciopelos que pasaban de abuelos a nietos, como si acabasen de salir de la tienda?

Te aseguro, que me dan ganas, por ejemplo, de clavarle un puñal... Cierto que me ofreció lo que yo quisiera para establecerme... pero no quise tomar nada de aquellas manos. ¡Monstruo! Cuando le dio al primo Pepe el dinero para la gran tienda, puso por condición que me había de colocar al frente de las labores... Pero no se lo agradezco, palabra de honor, no se lo agradezco...

Por fortuna, ya hoy no causa grandes estragos. En los tiempos de la antigua barbarie, en que las pasiones se saciaban sin conocer obstáculos, la acción ayudaba al pensamiento. Cuando un miembro de una familia hacía sombra a otro, el veneno y el puñal imperaban sencillamente.

Pues si el vernos objeto de un cuidado tan natural merece las gracias, cuando adelantemos algo en esta línea de decepcion, ¿quién no concibe que llegará tiempo en que darémos gracias por no ser saqueados ó muertos á puñal? ¡No! Este hábito no es ni competencia, ni amabilidad, ni menos cultura.

Digo esto porque no pienses que, puesto que quedamos desta pendencia molidos, quedamos afrentados; porque las armas que aquellos hombres traían, con que nos machacaron, no eran otras que sus estacas, y ninguno dellos, a lo que se me acuerda, tenía estoque, espada ni puñal.

El moro se inclinó un momento, poniéndole la mano sobre el hombro. Cuando levantó la cabeza, sus ojos húmedos relucían en la penumbra. Entonces, desprendiendo de su cinto el precioso puñal, pidiole a Ramiro que lo aceptara como recuerdo suyo. Saltó luego la ventana. Un hombre le esperaba abajo en la dehesa con un caballo enjaezado. Ramiro le había visto montar y alejarse.

Más allá, alguien acaso en ausencia del que abandona la carpeta, ha dicho también temblorosamente y en voz sibilante, como el vago chirrido de un puñal que sale de la herida: Bueno, basta; ya viene el día...

Palabra del Dia

buque

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