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Actualizado: 3 de mayo de 2025


Con ser este «paso» tan abundante en figuras y prolijo en adornos, avanzaba sin llamar la atención, como humillado por la vecindad del que venía detrás: la reina de los barrios populares, la milagrosa Virgen de la Esperanza, la Macarena.

Mil veces más crudo aún es el modo brutal con que, en la tragedia de Otelo, Yago da á Brabancio la noticia de que se ha fugado Desdémona: Your daughter and the Moor are now making the beast with two backs. Y aquí termino y no digo más, porque sería prolijo é interminable decir todo cuanto el asunto sugiere.

Por esto, por otras razones expuestas ya y por otras muchas que sería prolijo exponer aquí, vendría como de molde una dama discreta para presidenta de la Junta. De cada cinco funciones había de haber una cuyo producto líquido se consagrase á establecimientos de beneficencia. Buena falta hacen en España.

Otros inconvenientes y sobras había también por allí, aunque no hablo de ellos por no pecar de prolijo. Pero en cambio, ¡cuánta hermosura y cuánta magnificencia!

El resultado fue que llegó a creerse elegido por Dios para continuar la tradición de las glorias inolvidables. Suprimió de su campo mental lo mediano, lo prolijo, lo paciente.

La serie de documentos es larga, y sería prolijo, para un artículo, detenerse más en dar cuenta de ellos. Los que más abundan son los contratos entre particulares y los escritos relativos al cobro de las contribuciones, las cuales eran en dinero, en toda clase de cereales, viandas y frutos, y hasta en equipo para los militares.

Por último, ¡con qué maestría se subordinan á la dramática la épica y la lírica, hasta en las ocasiones, en que más derecho tendrían á la independencia! Sabemos que Lope, acérrimo adversario del gongorismo, se alababa de ser un escritor llano, esto es, de usar estilo natural y sencillo . A pesar de ello, se le ha atribuído el defecto de emplear un lenguaje hinchado y prolijo.

No peca el autor de prolijo ni sigue la moda de ciertas novelas francesas, donde no hay objeto, por ruin e insignificante que sea, que no se pese, se mida y se describa minuciosamente como en el más que escrupuloso inventario redactado por peritos. El Sr. Nogales no es así, por dicha. Pinta a grandes rasgos, y se lo agradecemos.

Limpiándose las mejillas con su pañuelo, fuése la muchacha a la sala, llena de zozobra, detrás de doña Rebeca. Muy urbano y sereno, don Rodrigo la cometió a un interrogatorio prolijo y grave acerca del trato que recibía y de si convivía gratamente con aquellos señores.

»Tengo un capricho, y le llamo capricho porque sería prolijo exponer aquí las razones en que se funda: tengo el capricho de que usted, con plena libertad, sin que nadie influya con sus consejos en favor o en contra, decida de mi suerte, desdeñándome o favoreciéndome. »Así, pues, esta declaración mía es un secreto para todos, incluso para su señora hermana de usted, doña Beatriz.

Palabra del Dia

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