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Actualizado: 5 de junio de 2025
En la procesión solemne salía ésta con traje de raso blanco, cubierto de finísimas blondas valencianas, banda bordada de piedras preciosas, cinturón y cetro de oro, arracadas y gargantilla de perlas. Todas echaban, como se dice, la casa por la ventana y llevaban un caudal encima.
La multitud se arremolinó, movida por el regocijo, y exclamaciones de alegre curiosidad salieron de muchas bocas. Desfilaba la parte grotesca de la procesión, conservada por el espíritu tradicional como recuerdo de las épocas más religiosas de nuestra historia, que unían siempre el regocijo a la devoción.
Cuidábase su imagen, quitábasele á menudo el polvo, se restauraba la pintura donde quiera que se descascaraba un poco; pintábanse cada dos años y se doraban las andas en que se le sacaba en procesión, y se esmeraban mis primas en renovarle los ramilletes de flores que le rodeaban en la urna, con la frecuencia necesaria, y en engalanarle para las grandes solemnidades; era el santo, en fin, como de la casa, valiéndome de una frase de mi tía.
Cuentan que en un pueblecito de Andalucía se sacó una procesión de penitencia, en la que muchos devotos salieron vestidos con túnica nazarena y llevando al hombro una pesada cruz de madera.
Más querrán ellos estarse en sus casas que no salir á ver todas las iniquidades que cometen los hombres. Puedo asegurar á usted dijo el abate con sonrisa diabólicamente irónica que no se han quejado, ni se quejarán por el paseo. Lo mejor de la procesión es la comitiva que tenemos organizada. Irán catorce vírgenes vestidas de blanco, con coronas de rosas, velos, escapularios, y cirios en las manos.
»Así mesmo se convidaron 12 Cavalleros Familiares segun estilo, que fueron: D.n Pedro Verí, D.n Jorge Fortuny, D.n Gaspar de Puigdorfila, del Hábito de San Tiago, Miguel Serralta, Antonio de Verí, D. Juan Gual y Çanglada, Miguel Fuster Nadal, D.n Miguel Ferrandell, Gabriel de Berga, del Hábito de S.an Tiago, Juanote Desclapes, Pedro Antonio Çaforteza, D.n Nicolás S.ta Cilia, del Hábito de Calatrava, para que con sendas varas verdes y en el remate de ellas su escudo de bronce dorado con las armas del S.to Off.º, fuessen regidores y hiciessen que andassen en la forma debida los que concurrieran en la dicha procesión, y el día del auto por la mañana cuydassen assi mesmo de componer los familiares y demás nobleza que entrarían en el congreso de dicho paseio de á cavallo, y al llegar éste a la Plaza del Borne y hauiendo desmontado adelantándose algun tanto dichos 12 regidores cuydassen de aposentar á sus lugares a los que hauian acompañado; y siendo así que jamás hauia sido mayor el número de los dichos 12 regidores, hauiéndose acrecentando el de los concurrentes, que son los cavalleros no familiares, pareció señalar cuatro más destos para regidores, que fueron el Conde de Montenegro, D.n Pedro Forteza, Cauallero de la Orden de S.n Juan, Comendador de Bermens, Sistory y Sircarciay, Governador de las Avernas, y Presid.te que fue por Su Mag.t de la Provincia de Catanssano, en el Reyno de Nápoles, D.n Jorge S.n Juan, Cavallero del Hábito del S.n Tiago, Governador que fue en interín de la Isla de Ibiza, y D.n Fran.co de Pueyo, del Hábito de Calatrava.
En años anteriores salía el espada en la procesión de la parroquia de San Lorenzo, como devoto de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, vistiendo túnica negra de alta caperuza con una máscara que sólo dejaba visible los ojos.
¡Ay, mi Dios! ¡qué horrible atentado! ¿Y cuándo entró ese hombre? preguntó, comprendiendo que habían descubierto la entrada de Bozmediano. El domingo, aquella tarde que estuvimos en la procesión. Y ella, ¿dónde está? preguntó el joven, creyendo que había llegado el momento de aclarar aquel asunto.
Alrededor estaban los hombres, en pie. Sólo ocupaban algunos escaños de nogal los señores del Ayuntamiento y el cacique don Andrés, que vino a la iglesia, aunque no a la procesión.
Cuando vagaba yo en medio del largo y complicado tumulto de la procesion, arrebatado en todas direcciones por una onda de capas amarillentas y mantillas negras, me parecia asistir á un carnaval de la muerte.
Palabra del Dia
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