Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de octubre de 2025
He reflexionado en esto muchas veces, pensando en el momento en que habrá que casar a esta niña a la que tanto quiero. ¡Cuántos obstáculos, Dios mío! He pasado revista a todos los pretendientes posibles, y los que más nos convendrían son los que más vacilarán. Sin embargo, mi yerno...
La Princesa había estado hasta jovial y bromista, dando leves esperanzas a los Príncipes pretendientes de que al fin se decidiría por uno de ellos, porque los pretendientes se las prometen siempre felices. Nadie había sospechado la causa de tan repentina mudanza y de tan inesperado alivio en la Princesa.
Los preliminares amorosos de Nicolasa, que estaba entre los veinte y los treinta años de su edad, habían sido ya innumerables. Todos sus amores habían muerto al nacer. Á los pretendientes encopetados los había Nicolasa despedido, apelando al cura. Á los pretendientes de su clase los había desdeñado cuando ya llegaban á lo serio y hablaban del cura ellos mismos.
La idea de presentar una dama joven que, en obediencia á lo dispuesto en el testamento de su padre, hace un examen formal de la honradez y sentimientos de sus pretendientes, alcanzando el triunfo el más digno, es original en sumo grado, y da margen á las situaciones dramáticas más interesantes; la combinación de su plan demuestra, además, el extraordinario ingenio y la superioridad de su autor, así como los caracteres sobresalen por su vida, por su variedad y por su fuerza.
El recién llegado era hijo de los condes de Casa-Ramírez y uno de los pretendientes a la mano de la primogénita de Calderón. Jacobo Ramírez o Cobo Ramírez, como se le llamaba en sociedad, pasaba por chistoso por el mismo motivo que Pepa Frías, aunque con menos razón.
Isabel, con su hijo Raimundo, se volvió a Madrid a la casa paterna, donde tres meses después de fallecido su esposo, dió a luz una niña que tomó el nombre de Aurelia. Era Isabel una mujer singularmente hermosa. Como hija única de un comerciante que pasaba por bien acomodado, no le faltaron pretendientes. Rechazó todas las proposiciones de matrimonio.
¡Dichosa época! exclamó la Roubinet. Pero si no tenemos ya esas graciosas costumbres, sepamos acomodarnos, como decía Máximo del Camp, al tiempo en que vivimos; sólo en esto reside el gran arte de la vida. La falta de salud dijo la Fontane, llevando la conversación a su punto de partida, asusta también a muchos pretendientes. ¿Qué hacer de una mujer enferma?...
Don Francisco de Sandoval y Rojas atravesó las antecámaras de palacio en medio de los más profundos saludos y de las reverencias más profundas de los cortesanos. Hasta allí todo iba bien: se le consideraba por los pretendientes, que son un barómetro, como señor omnipotente, en el pleno goce del favor del rey. Los ujieres se mostraron con él, y del mismo modo, profundamente respetuosos.
Con esos soldados cuento, dijo el príncipe inglés, y con otros muchos como ellos, para hacer entrar en razón á los usurpadores de Castilla y Mallorca. Sonriéronse ambos pretendientes, revelando en sus semblantes la satisfacción y la confianza con que habían oído aquellas palabras.
Hay que convenir también, en que así que el señor de Maurescamp hubo sido admitido a hacerle la corte, su actitud, sus procederes y lenguaje, respondieron pasablemente a la idea que una joven puede formarse de un hombre enamorado y amable. Todos los pretendientes que tienen mundo y una bolsa bien llena, se parecen poco más o menos.
Palabra del Dia
Otros Mirando