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Actualizado: 5 de mayo de 2025
5ª Para no destruir los arbustos al efectuar los cortes, será preciso elegir el momento de su mayor sazon, y cortarlos un poco mas arriba de las raices, sirviéndose para ello de podones; teniendo despues la precaucion, si la cepa no echase retoños, de dejar en reserva algunas plantas de trecho en trecho, las que sembrarán de nuevo y naturalmente sus alrededores, en el trascurso de los diez años intermedios entre cada corte de la seccion.
Sin esta precaucion, la inesperiencia de los habitantes puede todavía retardar, por largo tiempo, la ejecucion de una medida que es de primera necesidad para la mejora de la provincia.
Para mayor precaución cargaron con todas las municiones, no queriendo dejarlas en la barca, que, aunque bien escondida, corría el peligro de ser descubierta y saqueada. ¡A tierra! exclamó el Capitán. Por el recodo del río había aparecido una piragua tripulada por muchos hombres, y detrás se veía ya la proa de otra.
Abriéndose paso a través de las yerbas y de las plantas trepadoras, y avanzando con gran precaución y deteniéndose a cada paso a escuchar, para no caer en una emboscada, los náufragos se acercaron a la ribera arrojando una detenida mirada al río. No vieron a nadie: ni a los piratas, ni a sus misteriosos enemigos, pero vieron claramente las huellas de un encarnizado combate.
Se hartaban de carne en los días de abstinencia, después de haber comido en la mesa pescado y legumbres; salían de paseo, a visitas y a compras, a las horas en que don Aquiles estaba fuera, exponiéndose a ser pilladas infraganti... Pero las tretas de Pablo eran las que ofrecían más peligro: después de la ronda nocturna y de haber fingido estar entregado al más profundo sueño, levantábase con precaución, vestíase con prisa y saltando por la ventana al patio, escabullíase a la calle, para no volver hasta el alba.
¡Qué desastre, si no hubiéramos tenido la precaución de llevarnos las municiones! dijo Van-Horn. Por fortuna nos quedan aún setecientos u ochocientos cartuchos, y teniendo armas no se muere uno de hambre en este país. Y sin chalupa, ¿cómo podremos volver nunca a nuestra isla? dijo Hans. ¿Y dónde nos encontramos ahora, Capitán? dijo Horn. ¿Qué nos importa estar en un punto o en otro?
Cautelosamente nos arrastramos de bruces hasta el borde de la roca, usando esta precaución, porque no sabíamos si la orilla estaba podrida, e inspeccionamos el punto con mirada penetrante.
Pero con las amiguitas que ahora iban a acompañarla por las noches, no tomaba ninguna precaución. «Madres tienen», decía, o «con su pan se lo coman». Y añadía siempre lo de: «Mientras no falten a lo que se debe a esta casa...». Uno de los que más partido habían sacado de estas ideas de la Marquesa y de su tertulia era Mesía.
Los diarios habían anunciado su visita á la ciudad; nadie la ignoraba, pero la fuerza de la costumbre hacía que machos olvidasen toda precaución y siguieran viviendo en las habitaciones altas sin miedo á los curiosos. Edwin vió que se cerraban algunas ventanas con estruendo de cólera. Muchos puños crispados le amenazaron cuando ya había pasado.
La introdujo en el bolsillo superior de su chaqueta, donde otras veces había guardado á Ra-Ra. Ya no necesitaba mantener su cuello rígido ni marchar con cierta precaución, temiendo que Popito cayese desde la inmensa altura de la selva capilar que cubría su cráneo. Ahora podría moverse y correr cuanto quisiera, sin otro inconveniente que el de sacudir un poco á la joven dentro de su encierro.
Palabra del Dia
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