United States or New Caledonia ? Vote for the TOP Country of the Week !


A medida que la diligencia va subiendo las faldas de la serranía, el paisaje toma un aspecto mas y mas severo, melancólico y desolado. Donde quiera lomas escarpadas, sin vegetacion ninguna, enormes peñascos graniticos, de tinta oscura, campos desiertos y sumamente accidentados, ausencia de poblacion, de cultivo y de vida.

No sólo en el calado, en el abrigo, en la seguridad del puerto, cifran su orgullo los peñascos. Poseen además otra porción de ventajas naturales verdaderamente inapreciables. Existe en las afueras de la villa una fuente de agua ferruginosa que es admiración de propios y extraños, sobre todo de propios.

Ya aparecían en los peñascos voraces lobos marinos, ya se veían revolando y cerniéndose a grande altura águilas o buitres de mayor tamaño y pujanza que los de Europa, ya seguían o cercaban la nave bandadas de enormes albatros, hostigados por el hambre y buscando alimento.

Y todo ese conjunto informe, semejante á un inmenso monton de peñascos despedazados, dominado por algunas cúpulas moriscas, por una infinidad de azoteas y miradores irregulares, enclavados sobre hileras de ventanillas y troneras y de lienzos de muros dentellados. Al derredor de lo que fué la Valencia moruna está la Valencia española y los arrabales.

Esta parte declinante se divide en montecillos y valles, con sus riachuelos que se juntan en el llano, y forman un corriente comun. En las cimas de estos montes hay un grande espacio con variedad de peñascos, y colinas con profundos arroyos que corren entre ellas. Hay tambien bosques de árboles bajos y espinosos que sirven para el fuego.

La cuesta caracoleaba por entre lomas y peñascos, en el centro de una angosta garganta formada por colosales y desnudas moles de granito, cercadas en sus bases por bosques seculares de abetos. De trecho en trecho encontrábamos algun rústico chalet solitario aguardando que el otoño hiciese volver sus habitantes, ó veíamos alguna praderita medio escondida en medio de los bosques.

Indudablemente, ¡cosa extraordinaria! sin embargo de ser Paris una ciudad tan iluminada, tan brillante, tan prodigiosamente espléndida, sin embargo de ser un coquetismo tan fastuoso y deslumbrador, no nos inspira poéticamente, como nos inspira cualquier ciudad de España, de Italia, de Suiza, de Grecia, de Oriente; como nos inspiran tambien los caseríos del Norte, dejándonos ver entre rocas y nieves sus chozas húmedas, cubiertas de limo verdoso, que como si fueran peñascos negros, parecen estar incrustadas en las laderas de un monte sombrío, ó quizá en los bordes de un abismo insondable.

Pero hay sobre todo un salón vastísimo, imitando la naturaleza de la India, que produce la mas viva ilusión. Arroyos, fuentes, pequeñas cascadas, peñascos sombríos y musgosos, todo está preparado allí con cuidadosa imitacion, poblado el escenario de las plantas especiales y mas interesantes.

Las pequeñas poblaciones aparecen al pié de las montañas ó trepadas sobre los peñascos, como formas de fantasía ó de capricho que se ciernen sobre los abismos. Dos promontorios que se avanzan de los lados opuestos el uno hácia el otro, determinan un estrecho de poco mas de un kilómetro de anchura.

Indudablemente ha sido larguísimo, si lo juzgamos por las enormes rocas que transportan hoy los ventisqueros y cuyo andar se ha medido. Algunos de esos peñascos que viajan han adquirido celebridad por las observaciones de los sabios y se los ve con gusto, como si de amigos se tratara.