Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de mayo de 2025
Mi tía tomó posiciones para levantarse; pero, al ponerse de pie, sintió algo extraño, algo terrible pasar por su cabeza; quiso dar un paso y cayó desplomada sobre el pavimento.
Miré detrás de mí instintivamente. Una sombra negra, una especie de larva, quedaba tendida sobre el pavimento. Se retorcía con dolorosas contracciones, lo mismo que un reptil partido en dos. Salían gemidos é insultos de este paquete humano que intentaba elevarse sobre sus brazos, arrastrando las piernas rotas. ¡Brutos!... ¡Me han matado! Pero instantáneamente dejé de verle.
Volvamos á Tarragona, y perdone el lector la digresion. La catedral de Tarragona, una de las mas antiguas de España, es gótica y corresponde al estilo del siglo X. Aunque no carece de mérito, no llama mucho la atencion sino por una curiosidad de arte que es única en España: es una inmensa alfombra gobelina, de una sola pieza, que cubre todo el pavimento del templo, en los grandes dias.
Allí había un yelmo, una coraza, una gola y grebas, con un par de manoplas, y colgando debajo una espada; todo, y especialmente el yelmo y la coraza, tan perfectamente bruñido, que resplandecían con un blanco radiante, iluminando el pavimento.
En aquel momento cesaron los cánticos del pueblo devoto; siguió silencio solemne; después hubo toses, estrépito de suelas y zuecos sobre la piedra resbaladiza del pavimento... una impaciencia contenida. Hacia la puerta sonaba el tic, tac, de las monedas con que Visitación y la Marquesa golpeaban la bandeja para llamar la atención de la caridad distraída.
Era el lugar de conversación un colgadizo espacioso, de tablilla bruñida el pavimento: la baranda como toda la casa, de madera abierta en tres lados para las tres escalerillas que llevaban al jardín que había al frente de la casa. Estaba el colgadizo siempre en sombra, porque lo vestía de verdor una enredadera copiosísima, esmaltada de trecho en trecho por unos ramos de florecitas rojas.
El pavimento de mosaico de colores tenues que, como el de los atrios de Pompeya, tenía la inscripción «Salve» en el umbral, estaba lleno de banquetas revueltas, como de habitación en que se vive: porque las habitaciones se han de tener lindas, no para enseñarlas, por vanidad, a las visitas, sino para vivir en ellas. Mejora y alivia el contacto constante de lo bello.
Uno que otro reflejo hiere desigualmente las bóvedas, los haces de columnas, el pavimento, el coro; aparece el tabernáculo en la oscuridad, lo demas del templo envuelto en vagas y confusas sombras. No es ya posible detener la imaginacion: vuela al Calvario y ve en todo su horror el final de aquel sangriento drama en que un hijo de Dios muere por la humanidad como un esclavo.
Dando una mirada al espejo, contemplamos la moribunda llama de los carbones medio extinguidos, los pálidos rayos de la luna en el pavimento, y una reproducción de toda la luz y sombra del cuadro, que nos aleja más de lo real y nos acerca más á lo imaginario.
En todas ellas una portada magnífica de mármol ó rico jaspe, trabajada con esmero; un zaguán que parece la antesala de una suntuosa habitación, con el pavimento y los muros de mármol, el techo estucado y la puerta interior de soberbios cristales con labrados de arabescos y bellos colores. La puerta está siempre abierta durante el dia.
Palabra del Dia
Otros Mirando