Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de junio de 2025
Sandoval, que acababa de llegar de unas visitas que había hecho en otros palcos, aseguró que el dictamen había sido favorable y que aquella tarde misma lo había examinado la comision superior y lo había aprobado.
Un redactor de El Joven Sarriense trató de pronunciar algunas palabras, pero le interrumpieron con algunos murmullos desde los palcos, y se sentó muy desabrido.
Hundía la mirada en todos los palcos ocupados por mujeres; vistas desde abajo formaban una irritante exposición de bustos casi sin cuerpos y de brazos desnudos, cubiertos sólo en parte por los guantes. Examinaba las cabelleras, los ojos, las sonrisas y buscaba comparaciones persuasivas capaces de perjudicar el perfecto recuerdo de Magdalena.
El protagonista es Dios. Luego, en el escenario, hay otros personajes, comparsería, orquesta, coros; la misma Iglesia asegura que hay coros. Pues bien: es absurdo pretender que en un teatro se acomode todo el público en palcos y butacas. Estas localidades son para los espectadores distinguidos, y las galerías y cazuela para la plebe.
En los tendidos de sombra, los jóvenes lechuguinos charlaban en voz alta, levantando la cabeza para mirar a las damas de los palcos. En los de sol, los honrados menestrales se acomodaban en sus asientos, resueltos a dejarse tostar toda la tarde, y hablaban entre sí de tauromaquia, muy pagados de ser los verdaderos inteligentes en la plaza.
Llamábase a aquel recinto «la cazuela». Las butacas eran del mismo aborrecible pelote que los palcos y el forro debió ser también del mismo color, aunque no podía saberse con certeza.
Las mujeres, de mantilla blanca, le seguían desde los palcos con sus gemelos; en los tendidos de sol aplaudían y aclamaban lo mismo que en los de sombra. Hasta los enemigos sentíanse arrastrados por este impulso simpático. ¡Pobre muchacho! ¡Había sufrido tanto!... La plaza era suya por entero. Nunca había visto Gallardo un público entregado a él tan completamente.
Mientras reina el pasagero tumulto, causado por los que se atropellan para ir al vestuario y felicitar á las actrices, por los que van á saludar á las señoras en los palcos, algunos emiten su juicio sobre la pieza y los artistas. Indudablemente, la Serpolette es la que más vale, dice uno dándose aires de inteligente. Prefiero la Germaine, es una rubia ideal. ¡Si no tiene voz!
Ella iba dispuesta a gozar mucho; pero no era del público precisamente de quien esperaba estas emociones fuertes, a que se preparaba; su propósito iba a dar al escenario, y estaba complicado con los asuntos domésticos; pero a estos complejos y estrambóticos atractivos se agregaba de repente un agudísimo placer, con que Emma no contaba, y que le reveló un mundo nuevo de delicias intensas, en que no se le había ocurrido pensar, pero que vio bien claro, sintió con fuerza, desde el momento en que al penetrar ella en su palco, y dejar el abrigo al tío, y dar una vuelta en redondo antes de sentarse, notó fijas en su persona las miradas, y en los palcos cercanos oyó el murmullo del comentario, y en el aire, puede decirse, cogió el efecto general de su presencia.
Palabra del Dia
Otros Mirando