United States or Antigua and Barbuda ? Vote for the TOP Country of the Week !


En grandes barcas que de antemano contrató Narada, Morsamor había pasado el Ganges, y había ido hacia el nordeste, esquivando los sitios poblados. Con él iban, todos a caballo, Tiburcio y los sesenta valientes devotos a su persona. En ligero palanquín que veinte robustos negros sostenían y llevaban turnando, iba la bella Urbási, asistida sólo por su sierva favorita Rohini.

Estudiemos la condicion verdadera de la muger, ya bajo el dorado arteson, donde para endulzar su cautiverio se la embriaga de placeres, haciéndola pasar del tocador al divan, del divan á la danza, de la danza á la música y á los cuentos, de la música al perfumado baño, del baño á la mesa, de la mesa al palanquin y del palanquin al lecho; ya bajo las tejas del pobre zaquizamí, donde á la dura servidumbre de su sexo se reune la brutal inconsideracion de su marido.

A poco entraban en la estancia del obscuro diván las doce tinieblas personificadas del Sennaar, que conducían en un rico palanquín, y entre almohadones de ormesí y sedas, a la desmayada cuanto hermosísima Híala.

La Sultana madre, al ver desde sus miradores acercarse la comitiva regia, se apresuró a venir al recibimiento de su nueva hija, encontrándola en el patio de los Laureles en medio de las esclavas, ya con el velo alzado y enseñoreándose todavía en el palanquín de los eunucos negros.

El joven Sultán iba, como se ha dicho, al siniestro lado del riquísimo palanquín, haciendo gala y muestra de su gentil presencia, y escarceando gallardamente con aquella peregrina alfana, si llena de fiereza para combatir, no menos primorosa y atildada para los alardes de gentilezas y bizarrías.

Y él estuvo largo rato desesperado e inquieto, en medio del aplauso popular y de la multitud que le vitoreaba, hasta que vio por dicha que a no mucha distancia, Urbási en compañía del viejo brahmán Narada, subía en un palanquín e iba a salir fuera del recinto murado.

El Rey bajó del palanquín y yo del carro, y nos saludamos y abrazamos con mutua cordialidad. La túnica del Rey era de tisú de oro, bordada de seda de mil colores. En el bordado se representaban todas las flores del campo y todos los pájaros del aire y todas las estrellas del éter.

La situación, en una palabra, se hacía tan insostenible, que yo mismo creía oír un vago y bajo rumor de reproche por mi sacrificio en el fondo de mi egoísmo, cuando una voz de los portadores del palanquín, se hizo oír en el silencio del cansancio, diciendo simplemente: «¡Aquí es ConsueloDudo que la dulce palabra haya jamás llegado a oídos humanos más impregnada de promesas.

Versión libre de un cuento de Andersen En China vive la gente en millones, como si fuera una familia que no acabase de crecer, y no se gobiernan por , como hacen los pueblos de hombres, sino que tienen de gobernante a un emperador, y creen que es hijo del cielo, porque nunca lo ven sino como si fuera el sol, con mucha luz por junto a él, y de oro el palanquín en que lo llevan, y los vestidos de oro.

A cierta distancia se miraban venir veinte cebras y veinte jirafas, que conducían en cofres de sándalo y maderas preciosas los vestidos, regalos, el alizaque o dote de la novia, y luego, entre una comitiva numerosa de jeques y ancianos, jefes de los cabilas y linajes, se dejaba ver un riquísimo palanquín colgado, de brocados y randas, y con varales de coral y madreperla.