Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de mayo de 2025


Cristóbal Santiago Ortiz, Valdés, Sánchez, Pedro Cebrián, Melchor de León, Porras, Santander, Miguel Ramírez, Cristóbal, Cintor, Jerónimo López, Juana de Villalba, Micaela de Luján, Ana Muñoz, Jerónima de Burgos, Polonia Pérez, María de los Angeles y María de Morales.

El presidente era Antonio Ortiz Melgarejo, de la insignia de San Juan , ingenio eminente de la Música y de la Poesía, cuya casa fué siempre el museo de la Poesía y de la Música.

A los dos nos gustaban las dos, y no sabíamos por cuál decidirnos. Al fin, Pepe Ortiz tomó una y yo tomé otra. Pero al cabo de una semana encontré a Ortiz y me dijo que mi cadena le gustaba más que la suya; entonces yo le di la mía y el me dio la suya, que es ésta...

De las memorias de un Santiago Ortiz, escritas al comenzar el reinado de Felipe IV, de las cuales trataremos después, consta que los directores de las compañías nada pagaban á las hermandades, sino que, al contrario, recibían de ellas adelantos y auxilios en dinero.

A cual indio le toma la hamaca, A cual el pellejuelo que tenia, A cual, si le replica, allí le saca La manta con que el triste se cubria. Al fin, en la pared no deja estaca, Que todo cuanto halla, destruia, Y no contento de esta tal destroza, Enojo al que tiene muger moza. El Juan Ortiz aquí se regalaba, Y no tengais temor, pues que le duela Saber como su gente lo pasaba.

El capitan Garay hecha tenia A Juan Ortiz la casa en que viviese, Y cada cual la suya se hacia, Por tener un rincon se metiese. El Juan Ortiz en este proveia, Que de hoy en adelante se dijese Y nombrase Vizcaya el Argentino; ¡Mirad el ambicion del Vizcayno!

Cuando esto supo el señor Ortiz de Sotomayor, púsose colérico y envió recado á los canónigos diciendo que con falda alzada había de entrar y que no había más que aguantarlo, dando esto motivo á diversos recados y dimes y diretes que casi interrumpieron toda la gravedad de la solemnidad religiosa y dió bastante que murmurar al concurso, terminando el incidente, por entonces, con que el hinchado inquisidor entrase en el templo y saliese de él muy orondo y ufano, seguido del pajecito que le llevaba la discutida falda.

Ortiz de Pinedo, viene a caer fatalmente en este horrible dilema: o suicidarse, o ser la manceba del torero Severiano, alias el Zuncho.

Azorín dice respirando holgadamente , ¡qué gratos recuerdos guardo yo del teatro! ¡Qué cosas podría yo contarle a usted! ¿Usted no ha conocido a Pepe Ortiz? No; usted no ha conocido a Pepe Ortiz. Era un actor excelente. Esta cadena la llevó él una semana. Mírela usted; tóquela usted. El viejo, con un gesto rápido, se quita la cadena.

Uno dijera, Descálzame aquí, diablo: de improviso Un diablo de la bota le tiraba, Y la pierna á las vueltas le arrancaba. Al Armada volviendo: habia quedado La Capitana en seco, y sin antena, Sin árbol, que ya dije fué cortado Un dia de bonanza con mar llena: Por el consejo, y órden y mandado De Juan Ortiz, zaborda en el arena; Y así, quedando hecha fortaleza, La gente sale á tierra sin pereza.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando