United States or Poland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Hoy me pongo a reflexionar, echo a volar la imaginación y me finjo vagamente mil absurdos. Por esto también quiero que me devuelvas a Braulio cuanto antes. Vente con él a pasar una temporadita en esta corte. Verás lo que te diviertes en el teatro Real y en los Bufos y la Zarzuela. Nuestra casa en un chiribitil y no tenemos cuarto que ofrecerte; pero comerás con nosotras de diario. Adiós.

¡Qué tarde te conozco! dijo en voz queda . Hubiera querido amarte en plena juventud; ser hermosa y sana sólo para ti; tener la belleza y los encantos de una gran señora para endulzar el resto de tu vida. Mi agradecimiento nada puede ofrecerte. Soy horrible: llevo en mis entrañas la muerte, que poco a poco me consume. El que me toca queda envenenado.... Gabriel, ¿por qué te fijaste en ?

Antes que se lo oigas a tu padre, quiero ser yo quien te lo diga. ¿Qué porvenir puedo ofrecerte? No, yo no te dejaré nunca; y si llegas a ser algún día más juiciosa o más interesada, no te echaré maldiciones de comedia, sino que me separaré de resignado, queriéndote como te quiero ahora y guardando en lo mejor de la memoria el recuerdo del amor que me hayas tenido.

Yo habría deseado decirle: «Angelina, mi dulce Angelina, óyeme: ¿por qué huyes de ? ¿por qué te muestras indiferente y desdeñosa con quien te ama? Antes no eras así; antes.... Te amo, Angelina, te amo. No puedo ofrecerte una fortuna, no puedo brindarte riquezas.... Nadie sabe mejor que que soy pobre y desgraciado. has sido desdichada también.

La profunda impresion que me ha producido, puedes suponerla; y habiendo pedido permiso á los socios para abandonar por mi parte el proyecto, y venir á ofrecerte mis recursos, todos instantáneamente han seguido mi ejemplo; todos han dicho que arrostraban con gusto el riesgo de aplazar sus operaciones, y de sacrificar su ganancia hasta que hubieses salido airoso del negocio.

El doctor le escuchaba pensativo. ¿Cristina fué en busca tuya? preguntó con cierto asombro. Pues vuelve á ella y la encontrarás. No te asustes por lo ocurrido entre vosotros. De un modo ú otro, vuelve: ella te aceptará. Sánchez Morueta le miraba con incertidumbre. Vuelve, hombre continuó el doctor: es la única solución que puedo ofrecerte.

Yo también lo soy. ¿Eres huérfana? También soy huérfano. El cariño maternal no ungió nuestra frente con sus besos envidiables. Ámame. Nada puedo ofrecerte de cuanto el mundo codicia y aplaude, ni riquezas, ni poder, ni gloria. Pongo en tus manos mi corazón, mi pobre corazón trémulo de amor. Al dejar el libro en que leía yo, levanté los ojos para mirar a la doncella. ¡Nunca más hermosa!

Lucía, Lucía, hermosa Lucía, déjame contemplarte un instante de cerca... Y saltó sobre el estribo de la victoria en que iba la dama y se sentó a sus pies. He aguardado más de una hora para verte pasar y poder ofrecerte mi caja de dulces... toma.