Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ni se comía un buñuelo ni escamoteaba un ochavo. Nadie le enseñó matemáticas y, sin embargo, para dar las vueltas de la moneda era más listo que un cambista.

Los rufianes hicieron la cuenta, y vino a montar de cena sólo treinta reales, que no entendiera Juan de Leganés la suma. Decían los estudiantes: -No pide más un ochavo. Y respondió un rufián: -No, sino burlárase con este caballero delante de nosotros; aunque ventero, sabe lo que ha de hacer. Déjese V. Md. gobernar, que en mano está...

Lo menos durante dos siglos, sobrevendría allí con la libertad la más estupenda anarquía. Aquello sería el Puerto de Arrebatacapas. La isla libre no valdría por lo pronto ni produciría un ochavo. Mal andamos nosotros de dinero, pero todavía los acreedores se fiarían más de nosotros.

Era de su incumbencia achicar el agua; componer estrovos; buscar fletes y cuidar de la embarcación cuando el botero no estaba presente; todo lo cual le producía un ochavo de café para el desayuno, una propina de cuatro ó seis cuartos por cada flete si éste valía la pena, lecho sobre el panel y una copa de caña de vez en cuando, amén, de algún chicotazo que el patrón le sacudía siempre que lo juzgaba oportuno.

Arrastraban sillas, sonaba el piano y después el taconeo de los danzantes. Bailaban. «¡Y todo esto lo he traído yo! ¡Y bailan sobre las ruinas! ¡Los Reyes se arruinan; la casa Valcárcel truena... y el último ochavo lo gastan alegremente entre todos estos pillos y viciosos que he metido yo en casa!». «¡Empezó él!, decía ese tunante. ¡Y tiene razón! Yo empecé, y aún debo, aún debo... lo robado.

Cuando hizo una pequeña fortuna, continuó en las modestas funciones para conservar en su persona ese respeto supersticioso que infunde a los labriegos todo el que está en buenas relaciones con la ley, pero en vez de ser un pedigüeño, solicitante eterno del ochavo de los pobres, se dedicó a sacarles de apuros, prestándoles dinero con la garantía de las futuras cosechas.

Para D.ª Feliciana, encerrada noche y día detrás del mostrador y ocupando todas las horas de su existencia en ir levantando poco á poco y ochavo á ochavo la fortuna de su marido, Paco Ruiz, con sus dichos picarescos, á los cuales daba realce la constante gravedad de su fisonomía, representaba el teatro, el baile, las joyas, los vestidos; todo lo que constituye el recreo y á menudo la felicidad de una mujer.

Candido les presentaba á Martin y á Cacambo: todos se abrazaban, todos hablaban á la par; bogaba la galera, y estaban ya dentro del puerto. Llamáron á un. Judío á quien vendió Candido por cincuenta mil zequíes un diamante que valia cien mil, y el Judío le juró por Abrahan, que no podia dar un ochavo mas.

Cayéronme al punto, en gavilla cerrada, siete ú ocho muchachos hambrientos, de los mas cercanos, pidiéndome cada cual una naranja, ó un chavito, como llaman los mendigos la moneda de cobre denominada ochavo. Alejáronse contentos al recibir algunas monedas, y yo creia quedar en libertad para comer tranquilamente mis naranjas.

Con Manolita hay que ser rígido y no permitirla que toque un ochavo. Es como todas las mujeres, que en trapos y cintajos derrocharían el Potosí si lo tuvieran en la mano. Créeme a , que conozco bien ese ganado. A la mujer hay que tratarla con entereza; en una mano el pan y en la otra el palo.