Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de julio de 2025
Comedias de Lope de Vega, parte XIII, prólogo: «Las comedias no son más antiguas que Rueda, á quien oyeron muchos que hoy viven.» Parte XX. Dedicación de Virtud, pobreza y mujer: «En España no se guarda el arte ya, no por ignorancia, pues sus primeros inventores Rueda y Naharro le guardaban, que apenas há ochenta años que pasaron, sino por seguir el estilo mal introducido de los que les sucedieron.»
Las noticias que se conservan de la popularidad de las comedias y cómicos españoles por Italia, son más positivas, y alcanzan á una época más remota. En ella, como sabemos, se representaron las obras dramáticas de Torres Naharro.
Egloga interlocutoria, graciosa y por gentil estilo nuevamente trovada por Diego de Avila, dirigida al mui ilustrísimo gran capitan, sin fecha ni lugar de impresion.» El canto de Caliope prueba que Cervantes conocía y apreciaba el mérito de Torres Naharro.
Sin embargo, no debe sostenerse que esas farsas hayan tenido grande influencia en el drama español: esa influencia podrá haber existido por lo que hace á los entremeses, aunque esas imágenes de lo presente se ofrecían por sí mismas á los ojos de españoles y portugueses, y la facilidad de representarlas más bien es un don natural que aprendizaje ó estudio; y cuanto se relaciona con esto último, el desarrollo íntimo de la acción y el enlace hábil de las escenas, hubo de buscarse más bien en Torres Naharro que en Gil Vicente.
Es importante señalar los rasgos comunes al teatro de Torres Naharro y al drama nacional, que le sucedió, y con este objeto haremos una rápida exposición de cada una de las comedias de Torres Naharro. Comienza la comedia Imenea con una de esas escenas de nocturna galantería, tan del agrado de los dramáticos españoles.
Libres por completo en la influencia de la antigüedad están las obras dramáticas, que, con las de Torres Naharro y algunas de Gil Vicente, forman la segunda y más numerosa clase del repertorio del teatro español de este período: pero como ya hemos hablado de las principales, sólo nos resta hacer algunas breves indicaciones para apurar el asunto.
Torres Naharro. Aparato escénico en la primera mitad del siglo XVI. Dramas religiosos de esta época. Traducciones é imitaciones de tragedias y comedias antiguas. Si las últimas producciones dramáticas de Gil Vicente alcanzan hasta la mitad del siglo XVI, las del poeta, de quien vamos á tratar ahora, nos obligan á retroceder algunos decenios.
Observamos también decidida predilección por la pintura de ciertas situaciones, y la ausencia de todo fin moral directo; que lo cómico alterna con lo patético, las más veces como parodia del segundo, y revestidos ambos de las formas métricas más bellas; que la lírica se muestra de continuo fuerte y poderosa; y por último, que en sus planes, según se deduce de la afición que muestra Torres Naharro, se vislumbran ya los rasgos capitales de aquellos argumentos, que se repiten luego con tanta frecuencia en la escena española; á saber, las aventuras amorosas de sus fogosos galanes, las heroinas apasionadas y astutas, y sus padres y hermanos llenos de orgullo, siempre dispuestos á sacar su puñal para lavar en sangre su deshonra, y fáciles sin embargo de aplacar .
Jaime de Huete y Agustín de Ortiz , aunque no comparables por su talento con Torres Naharro, siguieron, no obstante, sus huellas. Cristóbal de Castillejo, uno de los poetas líricos más celebrados de su época, y celoso defensor del viejo estilo nacional contra las innovaciones introducidas por Boscán, se ensayó también en su juventud en la poesía dramática, aunque, según parece, con escaso éxito.
En el Diálogo del Nacimiento, de Naharro, no observamos ningún adelanto, comparado con los de la misma especie de Juan del Encina: su acción es nula, y en las pláticas entre dos peregrinos y dos pastores, se hallan, al lado de licenciosas bufonadas, sutilezas singulares de erudición teológica.
Palabra del Dia
Otros Mirando