United States or Angola ? Vote for the TOP Country of the Week !


Para este Duque escribió el poeta su novela pastoril La Arcadia, impresa por vez primera en 1602, pero ó no tan pronto como Montalván dice, ó hubo de reformarse más tarde, puesto que alude á sucesos posteriores. El Canto de Caliope, de Cervantes, nos convence, sin embargo, de que ya en 1584 era famoso el nombre de nuestro poeta.

Haz que con pies y pensamientos prestos Vengan aqui, donde aguardando quedo La fuerza de tan validos supuestos. Mal podrá DON FRANCISCO DE QUEVEDO Venir, dixe yo entonces; y él me dixo: Pues partirme sin él de aqui no puedo. Ese es hijo de Apolo, ese es hijo De Caliope musa, no podemos Irnos sin él, y en esto estaré fijo.

Si Cervantes no estaba siempre contento con Lope, y expresaba claramente su pesar, de que el fecundísimo favorito del público sacrificase no pocas veces su fama duradera á la popularidad del momento, decía, en términos aún más inofensivos, lo confesado por el mismo Lope; su imparcialidad resplandece tanto más en las sinceras y grandes alabanzas que le prodiga en casi todas sus obras, desde El Canto de Caliope, en que celebra á Lope, de apenas veintidós años, hasta el Viaje del Parnaso, en que le llama poeta distinguido, á quien ninguno aventaja ni aun iguala, tanto en prosa como en verso.

Egloga interlocutoria, graciosa y por gentil estilo nuevamente trovada por Diego de Avila, dirigida al mui ilustrísimo gran capitan, sin fecha ni lugar de impresionEl canto de Caliope prueba que Cervantes conocía y apreciaba el mérito de Torres Naharro.

Teneos un poco, luna y claras élices, Que ya llego a Jarifa, que ya el prólogo Le digo de mi historia y los capítulos Con dulces besos y con tiernos títulos. ¡Que fuera Adonis bello o de Liríope El hijo que murió en el agua, viéndola, O la lengua de Apolo y de Calíope Tuviera para hablalla, respondiéndola!

Lope de Vega, Laurel de Apolo. Cervantes, Canto de Caliope y Viaje al Parnaso. El título de esta obra dice así: Philosophia antigua poética del doctor Alonso López Pinciano, médico cesáreo, Madrid, 1596. Sobre la antigua forma del prólogo, léase el artículo de Torres Naharro.

Las reynas de la humana hermosura Salieron de do estaban retiradas, Mientras duraba la contienda dura: Del arbol siempre verde coronadas, Y enmedio la divina Poesia, Todas de nuevas galas adornadas. MELPOMENE, TERSICORE, Y TALIA, POLIMNIA, URANIA, ERATO, EUTERPE, Y CLIO, Y CALIOPE, hermosa en demasia