United States or Ethiopia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Como el duque no tiene para secretos, sabía yo que tenía un hijo bastardo: llegó el tiempo de que su hijo cumpliese sus veinticuatro años, y como quiera que por uno y otro informe se sabía que era digno de su padre, cuando salí de mi última prisión, recientemente, me encargó don Pedro que buscase á su hijo, que le revelase el secreto de su nacimiento, y que me lo llevase á Nápoles.

Caen desplomados los fuertes muros de S. Salvador de Prumia, de S. Martin de Turs, de las mas insignes abadías francesas... Si esto hacen los bárbaros inciviles del norte, ¿cómo esperar mas clemencia de los bárbaros cultos de oriente y mediodia, que asuelan ya el reino de Nápoles y Sicilia, que incendian á Monte Casino, á S. Plácido de Mesina, á S. Vicente de Vulturno, pasando á cuchillo á sus indefensos moradores? ¡Ah!

Su serenidad de varón ordenado, incapaz de perturbarse con frívolas aventuras, le hizo adivinar desde el primer momento el secreto de los entusiasmos y las cóleras del capitán. «Debe vivir con una mujer», se dijo al verle instalado en un hotel de Nápoles y al sufrir su mal humor en las rápidas apariciones que hacía á bordo.

Los primeros años de su juventud los pasó aprendiendo buenas letras en el Seminario de San Francisco Xavier de Nápoles, donde le enviaron á estudiar sus padres.

Con esta ocasión pudiéramos entretener algunos días el armada en demandas y respuestas, para que mientras ellos perdían tiempo en esto, tuviésemos lugar de fortificarnos mejor, y Sicilia y Nápoles proveer sus marinas y estar más apercibidos, porque cuanto más se detuvieran en esto, menos tiempo tuvieran para sitiarnos, y así no se pasara en el asedio el trabajo y necesidad que se pasó de agua.

Las escasas noticias biográficas, que damos en el texto, provienen de una carta en latín, fechada en Nápoles, que firma Mesinerius J. Barberius, llena de pomposas alabanzas de Torres Naharro. Hállase inserta en casi todas las ediciones de la Propaladia, y ha servido también á D. Nicolás Antonio, Blas Nasarre y Lucas Signorelli.

Los vecinos son nobles y dicen que algunos hablan el francés. ¿Pero quién sabe si tendremos tiempo de entablar conocimiento con ellos? »No echaré de menos la estancia en la ciudad, aunque en ella se viva bien. Es muy linda y en ciertos aspectos me recuerda Nápoles. La explanada, el palacio del lord comisario y los alrededores forman una ciudad inglesa.

Se detuvieron un instante para seguir con ojos regocijados el aleteo de los peces voladores. Un mar de romanza dijo Maltrana . Da gusto vivir. ¡Qué color! ¡qué luz!... Parece una luz de teatro; el resplandor dorado de una «apoteosis final». ¡Y qué aire! Siento deseos de cantar; me vienen a la memoria todas las cancioncillas dulzonas del golfo de Nápoles.

Antes de proseguir, el doctor pareció titubear, consultando a su hija con la mirada. ¿Y qué?... preguntó Magdalena, mientras su novio bajaba la cabeza. Amaury seguirá su viaje hasta Nápoles. ¿Cómo es eso? ¿Nos deja? exclamó Magdalena. No, hija mía, porque eso no es dejarnos repuso el doctor, con viveza.

A Granada, donde el hombre logró lo que no ha logrado en pueblo alguno de la tierra: cincelar en las piedras sus sueños; a Nápoles, donde el alma se siente contenta, como si hubiera llegado a su término. ¿ no querrás, Lucía? Yo no quiero que veas nada, Juan. Yo te haré en ese cuarto la Alhambra, y en este patio Nápoles; y tapiaré las puertas, ¡y así viajaremos!