Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 12 de noviembre de 2025
El buen hombre me atavió un troton mas duro que las piedras, que cargó conmigo con la mejor voluntad de que es capaz un rocin; y por su parte se echó á andar á buen paso, caballero en una yegua de humor apacible y dócil, encajado entre las maletas y el baúl que componian mi modesto equipaje.
Desgraciadamente, esta profecía permanece guardada como santa reliquia en el almacén de algún librero que ha aceptado el tomo en comisión. Esta es una de las soluciones. Otra consiste en que D. Modesto Fernández y González interponga su influencia para que el Ministerio de Fomento le tome quinientos ejemplares con destino a las bibliotecas públicas.
Y con mano temblorosa hojeaba los manuales usados, desde el modesto abecedario hasta los imponentes tratados de geometría y álgebra; los cuadernos de escritura, de cálculo y de análisis con que se ejercitaban poco a poco sus dedos, su ingenio y su corazón, y en los que se encontraban dibujos fantásticos y observaciones imprevistas, de esas que indican el buen o mal humor de los escolares, como en los presos las paredes de la cárcel, o pensamientos cándidos de este género: ¡Si mi tío pudiera ser mi institutriz! grito del corazón acompañado de un pintarrajo que representaba al buen tío con los anteojos de miss Dodson...
Ocioso es decir que por más que el modesto Felipe procuraba mostrarse humilde como nunca ante su amigo Amaury, no conseguía ser tratado por éste de otro modo que con una altivez antipática y humillante, sin que hubiese una sola atenuante a semejante actitud por parte de Leoville para con su antiguo amigo.
Hubo un momento de silencio. Nos sentamos. Máximo dijo entonces el señor Laubepin ¿está usted siempre en las disposiciones en que lo dejé? ¿Tendrá usted valor para aceptar el trabajo más humilde, el empleo más modesto, con tal que sea honorable, y que asegurando su existencia personal, aleje de su hermana, en lo presente y en lo porvenir, los dolores y peligros de la pobreza?
Por fortuna era tan dulce el Padre que no podía mover a odio, y tan silencioso y modesto que no excitaba la envidia. Todo se redujo a que le olvidasen, viéndole; género de olvido que ocurre con frecuencia.
Nada, nada; póngase usted la levita, que la cena espera. ¿Qué cena? Sí, señor; se ha acordado por el elemento vencedor, por los que solicitan la presencia de usted, obsequiarle con un banquete... y vamos a cenar juntos unos doce amigos.... Don Pompeyo no sabía si debía aceptar.... No le dejaron ser modesto; y corrió aturdido a ponerse la levita y el sombrero de copa alta.
Y a pesar de aquellas duras ideas, Vargas Orozco era hombre de una bondad profunda. Vivía la vida como un rancio hidalgo español, con el fondo del alma. Todo cuanto no era preciso a su modesto vivir lo derramaba en limosnas.
Mas ¿es posible que siendo usted una santa bendita les tenga miedo a los maldicientes? Ya sabe usted, don Modesto, lo que vulgarmente dicen los que piensan mal de todo: entre santa y santo, pared de cal y canto. Pero entre usted y yo dijo el comandante no hay necesidad de poner ni tabique.
Aquella buena mujer que pared por medio de la Sanguijuelera vivía, tenía por consorte a un rico mercader americano. Modesto Rico tenía un tingladillo de clavos usados, espuelas rotas, hebillas, cerraduras mohosas, jaulas de loros, abolladas alambreras y tinteros de cobre. Era además lañador y lañaba de lo lindo. Ganaba poco, y este poco se lo quitaba su afición a la horchata de cepas.
Palabra del Dia
Otros Mirando