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Actualizado: 24 de mayo de 2025
Julián aceptó la comisión, y entonces el señorito mostró remordimientos o escrúpulos de habérsela encomendado. Mire usted advirtió que allí se necesitan muchas agallas.... Primitivo es hombre de malos hígados, capaz de darle a usted cien vueltas.... Dios delante. Matar no me matará.
Aunque turbado y tembloroso, no pude menos de echar a la ventana una mirada enternecida. Sobre su alféizar se sentaba mi saladísimo dueño todas las noches. ¿Dónde se encontraría ahora? El corazón me decía que no debía de andar muy lejos; pero, por más que miré con atención a todos lados, desde que traspuse la cancela, no había logrado ver ni el borde de su vestido.
Pues si tal gloria, espirando, se va con morir ganando, y con no mirar, viviendo, tanto bien se va perdiendo, mas vale morir mirando. Si no mirar es perder la gloria, mire, aunque espire; pues está el vivir en ver, si al punto en que muera y mire, vida y muerte he de tener. Si mas gloria, con morir mirando, habeis de sentir, ojos, mas bien os está el morir, pues tanto os va que, no mirando, vivir.
-Mire, señor -decía Sancho-, que aquí no hay encanto ni cosa que lo valga; que yo he visto por entre las verjas y resquicios de la jaula una uña de león verdadero, y saco por ella que el tal león, cuya debe de ser la tal uña, es mayor que una montaña. -El miedo, a lo menos -respondió don Quijote-, te le hará parecer mayor que la mitad del mundo.
Y tambien vendrá tiempo en que se mire Estar blandiendo el Español cuchillo Sobre el cuello Romano, y que respire Solo por la bondad de su caudillo El grande Albano: hará que se retire El Español exercito; sencillo No de valor, sino de poca gente, Que iguala al mayor numero en valiente.
Brillaban sobre su persona algunas joyas de valor, pues los hombres entonces se ensortijaban más que ahora, y lucía además los sellos de dos relojes. Su figura en general era simpática. Yo le miré y observé ávidamente, buscándole imperfecciones por todos lados; pero ¡ay!, no le encontré ninguna.
Advierta, mal haya yo, que aquélla es procesión de diciplinantes, y que aquella señora que llevan sobre la peana es la imagen benditísima de la Virgen sin mancilla; mire, señor, lo que hace, que por esta vez se puede decir que no es lo que sabe.
Y así, pregunto otra vez: hoy por hoy, en este mismo instante, tal como usted es, tal como usted piensa y siente, ¿a cuál de los susodichos pretendientes elegiría? ¿Con cuál de ellos cree usted, hoy por hoy, en este instante, que sería más feliz teniéndole por marido? ¡Pero, la mi Madre celeste!... ¡Mire que es tema el de este hombre de Satanás! ¿Cómo he de decirle yo esas cosas?
Hasta veo tres coristas que se han vestido de negro con ropas prestadas por las amigas. Son polacas... Y más allá, mire usted a doña Zobeida envuelta en su manto americano, y a nuestra amiga Conchita con mantilla española... En el centro está Nélida, una Nélida que parece otra, humildita al lado de su madre, con la cabeza baja, sin nada llamativo, húmedos los hermosos ojazos. ¡Pobrecilla!
No, señor; esa es la excepción.... Y mire usted que venir en carruaje descubierto.... Y junto a ella... Y apearse aquí se atrevió a decir el beneficiado. Justo; tiene razón este... apearse aquí... Señor Arcediano, permítame usted decirle que su colega de usted está dejado de la mano de Dios.
Palabra del Dia
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