United States or Saint Barthélemy ? Vote for the TOP Country of the Week !


La verdad es que si la civilización era lo que creía don Matías Cepeda: tener un almacén de cacao y de azúcar y otro almacén de chistes y de frasecitas, yo no llevaba camino de civilizado. A veces me daban ganas de dar un puntapié a aquella gente, que después de todo no me servía para nada, y mandar a paseo a don Matías, a su mujer, a la niña y a todos sus amigos y amigas.

Seguramente le había visto de lejos hablando y riendo con Leonora. Pronto sabría su madre el encuentro. Aquella muchacha parecía mirarle como cosa suya, y su gesto de mal humor era ya el de la esposa que se prepara para una escena, de celos a puerta cerrada. Como si le amagase un peligro se despidió de don Matías y sus amigos y evitando un nuevo encuentro con Remedios, salió del mercado.

Avise usted por teléfono que luego iré.... No, diga usted que no voy, que no me esperen á comer. Iré á la noche. ¿Pero, qué hace usted ahí parado, mirándome como un bobo?... ¡Eh, alto! no se vaya usted tan pronto. A ver, ¡que suba el Capi! Llame usted á don Matías. ¡En seguida; listo!... Goicochea salió del despacho temblando, al pensar en el día que le esperaba.

Lleva el traje nuevo. El señor don Matías Cepeda era el socio principal de la Sociedad naviera Vasco-Andaluza, Cepeda y Compañía, propietaria de la fragata que mandaba don Ciriaco y de otros muchos buques. Fuimos al barco, dormí yo en mi camarote y por la mañana me despertaron dos golpes en la puerta. ¡Eh, Shanti! me dijo don Ciriaco , ya es hora. Duermes como un lirón.

Era todavía la buena época de Cádiz. Constantemente estaban cargando y descargando carros en la calle de la Aduana, llena de almacenes y de escritorios, y constantemente los carretones entraban y salían del almacén de don Matías. El almacén era inmenso, con bóvedas en donde se apilaban sacos, barricas, toneles y cajas.

A estos dos grandes motivos, que siempre han movido el religiosísimo corazon de los reyes para el logro de estos establecimientos, se unieron en la presente ocasion los fundados recelos de las noticias que recibió la corte de España, que intentaba la de Londres establecerse en la Bahía sin Fondo, ó Punta de San Matias, donde desagua el rio Negro, por los conocimientos que de estos parages tomó Falkner, y suministró á aquel ministerio en su descripcion patagónica.

Dícese que esta capilla quedó desierta por cierto acontecimiento que ocurrió en ella, si bien no nos refiere qué acontecimiento fué el autor de quien tomamos esta noticia; y en 1679 la pidió al cabildo para trasladar á ella la pila bautismal, D. Fr. Alonso de Salizanes. Entonces las memorias de la capilla de S. Matías fueron trasladadas por el cabildo á la del Punto. Capilla de Sta. Ana.

Aresti no osó subir directamente al despacho de su primo, temiendo la resistencia de algún portero nuevo, y las idas y venidas y consultas de los empleados, antes de reconocerle y dejarle paso franco. Prefirió entrar en el entresuelo donde estaba el despacho de los buques de la casa, bajo la dirección de un antiguo amigo de la familia, el capitán Matías Iriondo.