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Actualizado: 16 de octubre de 2025
Los dos marinos sentían en la cara y en las manos la misma sensación que si cayesen á través de la obscuridad ortigas heladas. Por dos veces anclaron cerca de la isla de Tenedos, viendo los movibles archipiélagos de los acorazados con velos flotantes de humo. Llegaba á sus oídos, como un trueno incesante, el eco de los cañones que rugían á la entrada de los Dardanelos.
Como quiera que sea, estos terrenos forman capas perfectamente horizontales, las que en el fuerte de Beira se sobreponen inmediatamente á las piedras areniscas de los terrenos carboníferos. En todas las otras partes, ellos se encuentran encubiertas por arcillas cenagosas. La provincia de Moxos carece en su conjunto de todos los terrenos terciarios marinos.
Grano de Sal parecía absorto en un doloroso recuerdo mirando su reloj. Son cinco litros de vino y una botella de aguardiente dijo el posadero, con su gorra en la mano, e inquieto de la prolongada permanencia de los dos marinos. Lo que sobre para ti dijo Grano de Sal arrojándole una moneda de oro. Y dando el brazo al viejo Durand, se encaminó con él hacia la capilla de San Juan.
Únicamente los calcáreos que forman tan considerable parte de la corteza terrestre, no proceden directamente de la destrucción de antiguas rocas; están formados por residuos que han pasado por los organismos de animales marinos. Han sido comidos y digeridos, pero no por eso dejan de ser metálicos: su base es el calcio combinado con el azufre, el carbono y el fósforo.
Luego, los galeones de la colonización llevaban mujeres y niños, familias en masa que se trasladaban al Nuevo Mundo, y cuando creían ver sus costas eran tragadas por la tormenta, bajando para siempre a las profundidades del mar. Los marinos expertos, amaestrados en anteriores viajes, no eran suficientes en número para las expediciones, cada vez más numerosas, a las tierras colonizadas.
Conseguimos que nos diera de cenar, por la insistencia de Allen. Luego, mientras nos servía la cena, nos preguntó: ¿Qué son ustedes? -Marinos. Hemos naufragado en la costa hace ocho días y venimos andando. -Si son ustedes marinos, vayan ustedes a casa del capitán Sandow. Allí les aceptarán. ¿Quién es el capitán Sandow?-pregunté yo-. ¿Un militar? -No; es un antiguo capitán de barco.
Un hombre como él debía empezar por eso. ¿Has observado tú continuó seriamente, que hay dos categorías de hombres que tienen furia por casarse pronto aunque su posición los coloque en la imposibilidad de vivir cerca de las mujeres o de mantenerlas? Te hablo de los marinos y de los que no tienen un céntimo. ¿Y la señora de Agustín? Su mujer no se llama la señora de Agustín y vive en el campo.
¡Son tantos los enemigos!... dijo luego con desaliento . ¡Somos nosotros tan poca cosa!... Por unos cuantos metros no nos han echado á pique en el último viaje. Lo que no ha sido ahora será cualquier día... Ellos han jurado acabar contigo; y son muchos... y son de guerra. ¿Qué podemos nosotros, pobres marinos de paz?... Tòni no añadió nada, pero sus ideas silenciosas fueron adivinadas por Ulises.
Nuestra marina quedó al arbitrio del Primer Cónsul, ya Emperador, quien, aspirando a vencer por el engaño a los ingleses, dispuso que la escuadra combinada partiese a la Martinica, con objeto de alejar de Europa a los marinos de la Gran Bretaña.
Los cartagineses solían maltratar y hasta crucificar á sus generales cuando no vencían. Preferible es el aliento generoso del Senado de Roma que da gracias al Cónsul Varrón por que después de Cannas no desespera de la salud de la patria. Menester es tener confianza en nosotros mismos. Entonces vencerán en tierra los militares y en el mar harán maravillas nuestros marinos.
Palabra del Dia
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