Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de mayo de 2025


Cuando regresé a mi alcoba me sentí calenturiento y me metí entre sábanas; pero sólo logré conciliar intranquilo y mil veces interrumpido sueño. Recuerdo que aquella noche fuí testigo de los episodios más sangrientos de la conquista de México.

A la mañana siguiente pude verlas en misa y hablé algunas palabras con ellas. En todo el día después no logré echarles la vista encima, ni en los pasillos de casa ni en el manantial. Al día siguiente, mientras estábamos bebiendo el agua, un coche las llevó a la estación para tomar el tren de Sevilla. A Sevilla.

Doña Marcela me miró al fin con mal disimulada complacencia; yo le hablé, valiéndome de la tía Pepa que desde niño me conoce, y, al fin logré, que en una de estas últimas noches, que fue de las más calurosas del verano, doña Marcela saliese a la ventana a tomar el fresco. »Me hice como por casualidad el encontradizo y me puse a hablar con ella. No vayas a creer que es ninguna palurda.

A fin de que cualquiera logre enterarse algo de los objetos que la componen, de su mérito y de su rareza, acaba de publicarse, en esta ciudad de Viena, un precioso catálogo ilustrado. Como los objetos son muchos miles, no es posible que todos estén estudiados y descritos en el catálogo.

Estoy sumamente interesada en que logre usted lo que desea, tanto por mi prima, que es una lástima que consuma entre cuatro paredes su juventud, no teniendo vocación para ello, como por usted. Creo que de algo podré servirle en su campaña... Discurra usted, y vea si puede utilizarme, que tendré mucho gusto en ello.

Su bella situacion, la grandiosidad de sus paisages, los recuerdos de su historia empezaron por subyugar mi razon y encender mi fantasía: revivió en el amor al arte: pensé, soñé de nuevo, y logré por de pronto olvidar, si no curar, mis males.

De mi parte hice lo mejor que pude todo lo que me pareció que podía conducir a satisfacer su deseo; le prometí que nada sería cambiado entre nosotros y le juré conservarme fiel a sentimientos mal expresados, era posible, pero demasiado evidentes para que acerca de ellos pudiera abrigar la menor duda. Por primera vez tuve serenidad, audacia, y logré mentir y ser creído.

La situacion me hizo comprender que era preciso apelar á la diplomacia. Restablecí la conversación sobre el clero y logré interesar al digno cura castellano.

»Pasó todo como el amago de un vértigo, por obra de un esfuerzo de mi voluntad y del auxilio discreto y oportuno de Leticia y de Sagrario. Logré hacerme a la fiereza del león, y atrevime en seguida a afrontar los lances del peligro.

Brincaba mi extranjero, y yo le veía dispuesto a hacer un disparate. Amigo, aquí no hay más remedio que tener paciencia. ¿Y qué nos han de hacer? Mucho y malo. Será injusto. ¡Buena cuenta! Logré, por fin, contenerle. Pues ahora no se le despacha a usted; vuelva usted mañana. ¿Volver? Vuelva usted, y calle usted. Vaya usted con Dios. Yo no me atrevía a mirar a la cara a mi amigo.

Palabra del Dia

ancona

Otros Mirando