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Actualizado: 23 de junio de 2025
Por fin vemos a doña Ana Ozores, que da nombre a la novela, como esposa del ex-regente de la Audiencia D. Víctor Quintanar. Es dama de alto linaje, hermosa, de estas que llamamos distinguidas, nerviosilla, soñadora, con aspiraciones a un vago ideal afectivo, que no ha realizado en los años críticos.
Infinito significa carencia de límites; indefinido significa que los límites se retiran continuamente; se prescinde de la existencia de los mismos, y solo se dice que no se los puede asignar. Cuando no conocemos los límites de una cosa, y por otra parte no nos atrevemos á afirmar su infinidad, la llamamos indefinida.
Todas las facultades que llamamos del alma, no son sino funciones de esta sustancia gris, de este montón de intestinos. El cerebro segrega pensamientos como el hígado segrega bilis y los riñones orina. El orador termina afirmando que, mientras la humanidad no se penetre de estas verdades, no podrá salir del estado de barbarie en que yace.
La prolongacion de las naves menores no se hizo con la servil y monótona uniformidad á que solemos esclavizarnos los modernos: los arquitectos árabes no entendian las reglas de la simetría como se profesan hoy, huían de lo que llamamos euritmia y se satisfacian produciendo la unidad por medio de la variedad sin buscar correspondencia forzosa de partes semejantes . En la parte añadida por Almanzor se creyó inútil dar á los machones de carga del muro del norte las mismas dimensiones, un tanto exageradas, que tenian los del muro primitivo reforzado por An-nasír , y se ganaba por consiguiente un espacio de seis piés en la longitud de las naves mayores por el lado del norte.
Isabelita tenía gustos o inclinaciones muy distintas de las de su hermano. Más que la diferencia de sexo, la de temperamento era causa de que los dos hermanos jugasen casi siempre aparte uno del otro. No miremos con indiferencia el retoñar de los caracteres humanos en estos bosquejos de personas que llamamos niños. Ellos son nuestras premisas; nosotros ¿qué somos sino sus consecuencias?
En sus primeros años sirvió á sus Principes primero en Cataluña, y despues en Sicilia, con buena fama, donde alcanzó muchos amigos, y hacienda para seguir el camino que la fortuna le ofreció de engrandecerse, y alcanzar estado igual á sus merecimientos, que aunque en su patria lo poseia grande, pero no de manera que su animo generoso y gallardo cupiese en tan cortos limites, como los de la Baronia que hoy llamamos de Entenza.
Porque yo le digo: «¿Con qué se van a mantener? ¿Con la pieza?». Si se casa, van a ser cuatro de familia; el matrimonio y la mamá de él, enferma, y una hermanita que, según me ha contado Ponce, debe de tener hambre canina. De esto hablamos largamente en la botica, que llamamos el círculo literario, y le voy engatusando.
Nunca le tomó apego, como el Cura, a la caza mayor... en los breñales, se entiende, porque a la vera de su casa o al amor de la lumbre, se zampa un buey en dos sentadas, si hay quien se le ofrezca. Por eso y otras cosas, le llamamos los que bien le queremos, sin que a mal lo tome ni se ofenda, «Marmitón».
Así que llamamos error al presente qualquiera defecto de las nociones mentales, que pueda dar ocasion á la potencia de juzgar para engañarse, y recibir lo falso en lugar de lo verdadero. Dicen algunos, que los sentidos nos engañan con facilidad, y dicen bien.
Hé aquí otra dificultad sumamente grave: combatir á los adversarios ha sido fácil; sostener la posicion que se escoja, no lo será tanto. ¿Podria decirse que el espacio no es otra cosa que la extension misma de los cuerpos; la cual concebida en abstracto, nos da la idea de eso que llamamos espacio puro; y que la diversidad de puntos y posiciones, no son mas que modificaciones de la extension?
Palabra del Dia
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