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Actualizado: 23 de junio de 2025
La nulidad absoluta de las que llamamos guardias, es tan notoria
Yo creo próximo el nacimiento de muchas novelas cinematográficas que serán al mismo tiempo grandes obras literarias. Pero estas novelas resultan de más difícil producción que una novela en forma de libro, ya que en ellas no es posible lo que en la jerigonza literaria llamamos el «relleno».
Una señora de ciudad, que conoce lo que llamamos conveniencias sociales, hallará extraño y hasta censurable lo que voy a decir de Pepita; pero Pepita, aunque elegante de suyo, era una criatura muy a lo natural, y en quien no cabían la compostura disimulada y toda la circunspección que en el gran mundo se estilan.
La sociedad trabajará en silencio, pero sin fórmulas masónicas, y nos llamamos por nuestros nombres, si bien en los actos y documentos adoptamos un signo convencional para designarnos. ¿De modo que la sociedad funciona ya? Se está formando. Todavía no hemos tenido una reunión total de asociados.... ¿Cuántos hay en la lista, querido Rufete?
«Esta medida de la duracion es precisamente lo que llamamos tiempo, el cual no es mas que la revolucion regular de alguna cosa sensible, como del curso anual del sol, ó del mensual de la luna, ó del diario de una aguja en el cuadrante de un reloj. «La atencion que hacemos á esta revolucion regular, causa precisamente en nosotros la idea del tiempo.
Tambien han tenido comercio de sal, esto es, hasta ahora poco la han comprado á los Peguenches, que por aquella parte á menudo pasan la Cordillera, y son muy amigos de estos; como así mismo lo han tenido con los indios nuestros, que llamamos Guilliches, pero ya les ha dado Dios con abundancia un cerro, y proveen á sus indios comarcanos.
Este es el que previene todas las cosas, que es sér por sí mismo necesario, y a éste llamamos Dios...» En la Revelación Magnética, a vuelta de divagaciones filosóficas, Mr. Vankirk que, como casi todos los personajes de Poe, es Poe mismo afirma la existencia de un Dios material, al cual llama materia suprema e imparticulada.
Por este atributo entiendo la forma bajo la cual se nos presentan los seres que llamamos cuerpos. Como ya llevo explicado en distintos lugares, esa forma se reduce á extension terminada ó figurada.
Que sea interno ó externo, que sea una idea ó un objeto, el hecho ha de existir; es necesario comenzar por suponer algo; á este algo le llamamos hecho: quien los niega todos ó comienza por dudar de todos, se asemeja al anatómico que antes de hacer la diseccion quemase el cadáver y aventase las cenizas.
De aquí se sigue, que con dos, ó tres experimentos no siempre hay experiencia: es menester á veces hacer muchos, repetirlos en distintas ocasiones y lugares, combinarlos, y asegurarse de los sucesos, y despues de todas estas averiguaciones se logra aquel conocimiento que llamamos experiencia.
Palabra del Dia
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