Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de mayo de 2025


Dime lo que quieres que haga en este punto y lo haré... Dime lo que quieres que piense y lo pensaré... Soy todo tuyo, en cuerpo y en alma... Así, así te quiero yo... Pero no has de ser piadoso por amor mío, porque entonces no tiene mérito alguno, sino por amor de Dios. Los lazos que en este mundo se establecen, ¿qué valen en comparación del que existe eternamente entre el Criador y las criaturas?

Y en cuanto á él, cuyos lazos de unión con la mujer delincuente habían sido los más estrechos y sagrados que puedan darse, ¿por qué presentarse á reclamar una herencia tan poco apetecible? Resolvió, por lo tanto, no dejarse exponer en la picota de la infamia al lado de la que en un tiempo fué su esposa.

En efecto, sus amigos habían visto el rastro del tigre y corrían sin esperanza de salvarlo. El desparramo de la montura les reveló el lugar de la escena, y volar a él, desenrollar sus lazos, echarlos sobre el tigre, empacado y ciego de furor, fué la obra de un segundo.

Desconocido para todo el mundo, excepto para Ester, y poseyendo los medios de que ésta guardara silencio, escogió borrar su nombre de la lista de los vivos, considerar completamente disueltos sus antiguos lazos é intereses, y, en una palabra, darse por segregado del mundo como si en realidad yaciera en el fondo del océano, donde el rumor público hace mucho tiempo lo había consignado.

En cuanto ésta atentase poco o mucho a la exposición de su belleza, la esquivaba con valor o la modificaba. Rehuía los colores chillones, la profusión de lazos, los peinados complicados. Consideraba a su cuerpo como una estatua y la vestía como tal.

Allí moraba, allí pasaba su existencia alguien á quien ella se consideraba unida con lazos que, si bien no reconocidos en la tierra, los llevarían juntos ante el tribunal del juicio final, donde quedarían enlazados para un futuro común de retribución inextinguible.

En un principio dudó por ver tales hechizos rodeados de prendas costosas, lazos y perifollos caros.

«¡Matarla! eso se decía pronto ¡pero matarla!... Bah, bah... los cómicos matan en seguida, los poetas también, porque no matan de veras... pero una persona honrada, un cristiano no mata así, de repente, sin morirse él de dolor, a las personas a quien vive unido con todos los lazos del cariño, de la costumbre.... Su Ana era como su hija.... Y él sentía su deshonra como la siente un padre, quería castigar, quería vengarse, pero matar era mucho.

Todos ellos se habían despedido ya de sus padres, de sus mujeres, de sus hijos, que desde tierra les dirigían, entre lágrimas, palabras de cariño y desesperanza. Entretanto, algunos otros, tan desdichados como ellos, se deshacían á duras penas de los lazos con que el parentesco y la amistad querían conservarlos algunos momentos más en tierra.

Hibbins y Ester es auténtico, y no una fábula, aquí tenemos ya una prueba de la razón que tuvo el joven eclesiástico en oponerse á que se cortaran los lazos que unen una madre delincuente al fruto de su fragilidad. Ya en esta ocasión el amor de la niña salvó á la madre de las asechanzas de Satanás. EL M

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando