Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de mayo de 2025


Flor de las comedias de España de diferentes autores, recopiladas por Francisco de Ávila, parte 5.ª: Madrid, 1616. El ejemplo de casadas y prueba de la paciencia, de Lope de Vega. La desgracia del rey D. Alfonso, el Casto, de Mira de Mescua. Tragedia de Los siete infantes de Lara, en lenguaje antiguo, de Hurtado Velarde, vecino de la ciudad de Guadalajara.

En suma, yo creo que ¡Día feliz! sería muy aplaudido en Madrid, si en Lara se diese; pero como yo no soy infalible, como el público es caprichoso y como por la lectura tal vez se notan primores que en la representación se desvanecen o pasan sin ser notados, yo me abstengo de pronosticar a fin de no desacreditarme como crítico.

Claro está que el monstruo de la herejía, que hoy anda suelto en España sin que la Inquisición le encadene, no impide al Sr. Orti y Lara que vuele por donde se le antoje y hasta que haga la apología de la Inquisición. Pero yo no quiero ni puedo hacerla, y convendré con el señor Clarence King en que la Inquisición era una infernal maquinaria muy á propósito para atormentar y matar á la gente.

Al parentesco hay que perdonárselo todo... El otro, ¡qué dulzura!, ¡qué brío al mismo tiempo!, ¡qué modo de filar las notas! ¿Pero filan también las notas en el Congreso? preguntó Elena con asombro. ¿Qué estás diciendo ahí, criatura? Hablo de Marconi. Perdona, hija: pensé que te referías a Pérez, de quien estabas hablando. ¡Y el sainete de Ruiz que se estrenó en Lara! Delicioso, delicioso.

Los Infantes de Lara, generosos y confiados como su padre, se dejan conducir á la frontera enemiga por el traidor que los entrega, y allí abandonados por él á un numeroso ejército de infieles, pelean varonilmente en el campo de Albacar , vendiendo caras sus vidas.

Un caballero del campamento del Rey, llamado Don Diego de Lara, ha acusado á los habitantes de Zamora de complicidad en la muerte del Rey, provocándolos á nombrar cuatro campeones, para sostener contra ellos, con su espada, la verdad de su dicho. El anciano Arias Gonzalo, gobernador de Zamora, se presenta con sus cuatro hijos para defender el honor de la ciudad.

Ejemplo desto tenemos en don Diego Ordóñez de Lara, que retó a todo el pueblo zamorano, porque ignoraba que solo Vellido Dolfos había cometido la traición de matar a su rey; y así, retó a todos, y a todos tocaba la venganza y la respuesta; aunque bien es verdad que el señor don Diego anduvo algo demasiado, y aun pasó muy adelante de los límites del reto, porque no tenía para qué retar a los muertos, a las aguas, ni a los panes, ni a los que estaban por nacer, ni a las otras menudencias que allí se declaran; pero, ¡vaya!, pues cuando la cólera sale de madre, no tiene la lengua padre, ayo ni freno que la corrija.

En otro tablado frontero se ve al Cid, juez del campo, y á su alrededor á los caballeros más distinguidos del ejército castellano. Preséntase el acusador Don Diego de Lara, y en seguida el hijo mayor de Arias Gonzalo, que se inclina ante la Infanta; pide al padre su bendición, y comienza la pelea. Al poco tiempo cae á sus pies con una herida mortal.

Don Carlos, amante de Doña Leonor de Lara, encuentra de noche un hombre en el aposento de su dama, tomándolo por su rival equivocadamente, y, bajo el imperio de otras diversas circunstancias, le da muerte impulsado por sus celos. Para salvar el honor de su amada, se la lleva consigo y la protege, considerándola culpable, y sin prestar atención alguna á sus protestas de inocencia.

La última comedia mencionada, por ejemplo, cuyo argumento es la historia de los infantes de Lara y su sangrienta muerte; después El conde Fernán González, en la cual aparece el famoso héroe nacional castellano, celebrado ya en la epopeya del siglo XIV, y los dos, cuyo protagonista es Bernardo del Carpio, á saber El casamiento en la muerte y Las mocedades de Bernardo del Carpio, se ajustan estrechamente á antiguos romances, que se conservan, cuyas palabras se copian á veces en ellos.

Palabra del Dia

ancona

Otros Mirando