Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 22 de mayo de 2025


Enviaronse luego correos á los tres capitanes principales, Entenza, Rocafort, y Fernan Jiménez, haciendoles saber la venida del infante, y juntamente les remitieron las cartas del rey que vinieron para ellos, dándole razon de cómo venia á gobernarles en su nombre.

Te conozco, Malo... Pierdes el tiempo enseñándome esas asquerosidades... Mi carne está muerta... Gloria al Señor... La impureza no entrará en la casa de su siervo. Maltrana, en la apacible calma de su nueva existencia, terminó pronto el libro del marqués de Jiménez. El grave prócer mostrábase satisfecho del trabajo.

No se puede negar que en esta parte Rocafort podria tener alguna disculpa, aunque fuera de natural y condicion más moderado, porque despues de tantas victorias, y haber gobernado un ejército cinco años, justamente pudiera rehusar el no admitir un superior cuyo favor habian prevenido sus mayores enemigos Berenguer de Entenza, y Fernan Jimenez, que siempre serian preferidos por su calidad, y mejor correspondencia.

La vanguarda del campo del infante, y Berenguer, alcanza la retaguarda de Rocafort, y llegan casi á darse la batalle; mata Rocafort á Berenguer de Entenza; y Fernan Jimenez de Arenós huyendo del mismo peligro se pone en manos de los Griegos.

El marqués de Jiménez recibía un capítulo cada dos días, y al copiarlo de su letra a pesar de sus grandes ocupaciones , admirábase de la sabiduría del joven. «Esto va a dar golpe pensaba . Tal vez es demasiado bueno; hay que poner un poco de estilo propio

Mi padre no quiere que me vaya; mi padre me retiene a pesar mío; tengo que obedecerle. Necesito, pues, vencer por otros medios y no por el de la fuga. Para que Vd. se tranquilice, repetiré que la lucha apenas está empeñada; que Vd. ve las cosas más adelantadas de lo que están. No hay el menor indicio de que Pepita Jiménez me quiera.

Esta era una muchacha muy bonita, emparentada con las Aliaga, aunque casi no tenían con ella relación de amistad. ¿Elisa Jiménez? No es muchacha para enamorar a Julio repuso Laura casi en voz baja y como distraída. O entonces alguna señora casada sugirió Carmen, mirando de nuevo con aquella expresión sonriente y confusa a su hermana mayor. ¡Camucha! le gritó ésta.

¡Que te quemas! ¡que te quemas! exclamó Pepe Castro por lo bajo. Pero no tanto que no lo oyese Jiménez Arbós, que estaba del otro lado de Pepa Frías, y no le acometiese un acceso de risa que procuró con todas sus fuerzas sofocar. Anda, barbiana, alárgame ese frasquito de mostaza dijo Pepa Frías dirigiéndose a Clementina para disimular también la risa que le había acometido.

Cuando nos retiramos de casa de Pepita Jiménez y volvimos a la nuestra, mi padre me habló resueltamente de su proyecto: me dijo que él había sido un gran calavera, que había llevado una vida muy mala y que no veía medio de enmendarse, a pesar de sus años, si aquella mujer, que era su salvación, no le quería y se casaba con él.

A Miguel Diaz 14 ducados por una danza de espadas. A Juan Jiménez, zapatero, 20 ducados por la danza de los gitanos. A Cristóbal de la Cruz 20 ducados por la danza de los galanes. A Melchor de San Miguel 200 rs. por la danza de los salvajes. A Luis Diaz, Dorador, 35 ducados por el carro de La Viña del Señor. A Diego de Santiago 20 ducados por una danza de moriscos.

Palabra del Dia

ciencuenta

Otros Mirando