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Actualizado: 22 de mayo de 2025
Desde las alturas de la Alhambra yo había vivido cinco días con mi patria, evocando todas las epopeyas de su historia, desde la época de Colon, Balboa y Jiménez de Quesada.
Había buscado al marqués de Jiménez, con la esperanza de inspirarle una nueva obra; pero el grave personaje también estaba ausente; veraneaba en una de sus fincas, y en ella se proponía permanecer hasta el invierno. En estos instantes de abatimiento era cuando Isidro se daba cuenta de lo mísero de su situación.
Ferran Jimenez de Arenós, caballero de gran linage, y buen soldado, se desavino con Roger sobre el gobierno de sus gentes, y pareciéndole desigual la competencia, se apartó del ejército con los suyos, y volviéndose á Sicilia, pasando por Athenas se quedó á servir á su Duque, que le recibió agradecido, y honró con cargos militares, en cuyo servicio se detuvo hasta que la necesidad de sus amigos en Galípoli le llamó y volvió á juntarse con ellos, aventurando como buen caballero la libertad y la vida.
Valera's Pepita Jiménez is perhaps the master-piece of Spanish prose fiction of the nineteenth century, and it shows some attempt at realism. His short stories are fantastic and allegorical, or are translations from other languages. He served his apprenticeship as a writer on the staff of several radical journals.
Fernan Jiménez de Arenós, aunque por el concierto pudiera dividirse, y gobernar solo por sí, no quiso apartarse de Berenguer de Entenza, porque le pareció que no perdia reputacion en obedecer á un hombre igual en sangre, y mayor en años, y tambien por ser muy pocos los que le seguían, y temerse de Rocafort; y así Berenguer, y Fernan unieron sus fuerzas por ser mas respetados, y temidos.
Fue al extremo opuesto de la villa, en busca de otro amigo, pero tampoco estaba en casa. Pensó, como supremo recurso, en el marqués de Jiménez. Este no podía abandonarle; le pediría socorro aunque fuese de rodillas. Arrastrando los pies, llegó al barrio de Salamanca.
A montaner dejaron en Galípoli solo con algunos marineros, con Almugavares, y treinta caballos. Fernan Jimenez de Arenós llega á Galípoli, entra á correr la tierra, y al retirarse derrota dos mil infantes, y ochocientos caballos del enemigo.
Valiéndose de la ocasion presente de ver á los Catalanes enemigos de los Griegos, enviaron á Galípoli sus mensajeros á tentar el ánimo de los nuestros, y si admitirían algun trato queriendo venirles á servir. Mostraron que no les desplacia. Los Catalanes con esto enviaron á los mensajeros una fragata armada, y con ella vino Jiménez su Capitan con diez compañeros á concluir el trato.
Ya me envían una torta de bizcocho, ya un cuajado, ya una pirámide de piñonate, ya un tarro de almíbar. Los obsequios que me hacen no son sólo estos presentes enviados a casa, sino que también me han convidado a comer tres o cuatro personas de las más importantes del lugar. Mañana como en casa de la famosa Pepita Jiménez, de quien Vd. habrá oído hablar sin duda alguna.
Muchas circunstancias históricas, utilizadas en este drama, se refieren en el libro popular, que se titula Historia de la pérdida y restauración de España por Don Pelayo y D. García Jiménez de Aragón, que probablemente hubo de servir á Calderón para escribirlo; pero el poeta ha aprovechado, además, diversos romances populares y tradiciones católicas.
Palabra del Dia
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