United States or Zambia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Sería inoportuno querer ostentar una falsa erudicion histórica en esta narracion destinada solo á ofrecer á mis compatriotas del mundo colombiano el simple recuerdo de algunas impresiones.

Pero Ojeda repelió con mal humor el inoportuno llamamiento. Maltrana podía representarle: delegaba en él toda la majestad de su importante cargo. A la mañana siguiente le buscaron los señores de la comisión.

Arrojando este último grito, que agonizó en su garganta, el anciano, inútilmente sostenido por las manos piadosas de su nieta, cayó como aniquilado en su sillón. A un signo imperioso de la señorita Laroque, salí. Hallé el camino como pude á través del dédalo de corredores y de escaleras, lamentándome vivamente de lo inoportuno que había estado en mi entrevista con el viejo capitán de L'Aimable.

Deja entrever doña Emilia que quizás convendría un dictador para alcanzar tan buen fin. Harto me pesa tener que declararlo aquí; pero no estoy muy conforme con esto de la dictadura. Me parece remedio sobradamente heroico, y que además sería en el día de hoy inoportuno y tardío.

La pesadísima cuestión de Cuba atrae de tal suerte la atención del público, que parece inoportuno escribir de otra cosa que no sea de la pesadísima cuestión de Cuba o de algo que con ella se relacione. No me atreveré yo a decir que sea todo torpeza de nuestra parte. Diré, , que en esto de guerras civiles es y fue siempre tenacísima nuestra raza.

Miguel no quiso preguntarse adónde iba. Su paseo era seguramente con un fin determinado, pero consideró inoportuno pensar en él. Vió de pronto dos corrientes de gentío que, viniendo en opuestas direcciones, se encontraban y confundían, subiendo juntas una escalinata corta y anchísima partida por dos pasamanos y cubierta por tres alfombras rojas. Estaba ante las puertas del Casino.

No había previsto Juanita que pudiese llegar a aquel extremo; pero, puesta en él, estaba resuelta a todo por más que le pesase. Apeando a don Andrés el ya inoportuno tratamiento de vuecencia, le dijo: ¡Ríndete, o mueres! Nada contestó don Andrés, porque no podía contestar. Lo que hizo fue retirar la diestra atrevida.

Si estuviéramos en un barco, no sería tan inoportuno pensaba ¡pero en una catedral! El Infanzón estaba en rigor como en alta mar, y cada vez que oía decir la nave del Norte, la nave del Sur, la nave principal, se creía al frente de una escuadra y se figuraba que don Saturno apestaba a brea. Pero el pobre lugareño seguía diciendo que a todo.

En tiempos de calamidad general, de epidemia, ó de escasez, nadie había tan llena de abnegación como Ester: en los hogares invadidos por la desgracia, allí entraba ella, no como huésped intruso é inoportuno, sino como quien tiene pleno derecho á hacerlo; cual si las sombras que esparce el dolor fueran el medio más adecuado para poder tratar con sus semejantes.

Era un amigo: la portera se había descuidado. Otro campanillazo, dos más, el último a la desesperada, mucho más fuerte... y el inoportuno bajó lentamente la escalera como quien da tiempo a que abran y le llamen. Las tres menos diez. Hasta las flores, mal puestas en los búcaros, caídas y doblados los tallos, parecían cansadas de esperar. Silencio completo.